Montecarlo. Novak Djokovic consiguió ayer su pase a cuartos de final del Masters 1.000 de Montecarlo, al derrotar al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 2-6, 6-1 y 6-4, en un partido muy especial para él, al disputarlo después de conocer el fallecimiento de su abuelo. Solo unas horas antes del comienzo del partido, cuando calentaba en una pista del Montecarlo Country Club, Djokovic era informado de la muerte de su abuelo. Dio por terminado el entrenamiento entre lágrimas.

A pesar del dolor y la tristeza por la noticia, eran pocos, más bien sólo aquellos que no conocen al serbio, los que pensaron que el torneo se quedaba sin el número uno del mundo, ante su deseo de volver a su país. Pero no. Djokovic tenía claro que el mejor homenaje a su abuelo era una victoria. No obstante una cosa es lo que el corazón de Djokovic quería y otra la reacción de su mente ante la pérdida de alguien tan querido. Eso fue lo que pasó en el primer set, que terminó perdiendo para reaccionar en el segundo y tercero.

Por otra parte, Rafa Nadal también se clasificó para los cuartos tras derrotar al kazako Mijail Kukushkin, por un doble 6-1. El mallorquín, ganador en siete ocasiones en el Principado, empezó el partido muy concentrado y desde el primer momento dejó claro que no iba a conceder ninguna oportunidad a su oponente.

Por último, el francés Jo-Wilfried Tsonga obtuvo su pase a los cuarto al imponerse a Fernando Verdasco por 7-6 (7) y 6-2, en un partido en el que el español tras un buen primer set, se dejó ir en el segundo. El partido prácticamente tuvo su inicio y su final en la primera manga, en la que Verdasco tuvo muchas oportunidades para adjudicársela. Sumó hasta cinco bolas para romper el servicio del francés, además de dos puntos de set en el desempate, uno con su servicio, sin convertir ninguno.