Pamplona. Los elementos parecían alinearse a primera hora de ayer para complicar la vida al Barcelona. La espesa niebla les obligó a aterrizar en Vitoria y desplazarse en autobús hasta la capital navarra. Parecía el presagio de una complicada noche copera en el feudo rojillo. El gol de Lekic para Osasuna en la primera mitad parecía refrendar la sinceridad de las cautelas manifestadas por Guardiola en la víspera. Hasta ahí llegaron las opciones de sorpresa para los de Mendilibar. Tras el descanso, los culés se encargaron de dar la vuelta al marcador y alejar cualquier fantasma con los goles de Alexis y Sergi Roberto. Foto: J.DIGES
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