Vitoria. Jorge Lorenzo es plenamente consciente de que sus opciones de conseguir reeditar el título mundial de MotoGP son prácticamente nulas. El piloto balear, siempre combativo, ha moderado su habitualmente ambicioso discurso. En vísperas de partir hacia Australia, donde se disputará la antepenúltima carrera de la temporada, el español alaba el dominio del principal aspirante a relevarle como campeón mundial, un Casey Stoner que correrá en su casa, algo que a juicio de Lorenzo lo convertirá en un contrincante prácticamente invencible.
"Será muy difícil ganar a Casey ya que en su circuito suele ser casi invencible", reconoció sin ningún ambage el piloto de Yamaha. "Sabemos que no será nada fácil conseguir el objetivo de ganar allí, pero intentaré dar lo mejor de mí y volver a ganar", aseguró Lorenzo en el comunicado oficial que ofrece su equipo antes de cada carrera.
"He estado entrenando unos cuantos días en Indonesia con vistas a la carrera de Philip Island, que es uno de mis circuitos favoritos y probablemente uno de los más bonitos del campeonato del mundo", reconoció el campeón del mundo de MotoGp en 2010, en cuyo discurso se destila más convicción acerca de sus posibilidades de coneguir hacer podio en la prueba australiana que de pelear aún por el título. "Después de la carrera de Japón, en donde conseguimos un resultado positivo, estamos realmente convencidos de poder volver a estar en el podio otra vez", concluyó.