nueva york. Rafa Nadal no está teniendo unos días nada cómodos en Nueva York. El jugador español comentó, mientras esperaba que se pudiera reanudar su partido de octavos de final del Abierto Estados Unidos, suspendido por la lluvia, que los tenistas deben estar unidos y no aceptar jugar en condiciones que puedan poner en peligro su integridad física. Nadal paró su partido ante el luxemburgués Gilles Muller, por segundo día consecutivo, cuando perdía por 3-0, al dirigirse al árbitro para decirle que en esas condiciones no era seguro seguir jugando. Éste decidió suspender el partido y una parte de los aficionados abucheó al tenista español cuando se retiraba hacia los vestuarios.

"No podemos aceptar estas cosas. Tenemos que estar todos unidos y no que sea Rafa Nadal el que diga que no se puede jugar", explicó el defensor del título, que tiene muy claro que si todos los competidores no se ponen de acuerdo para exigir a la organización que les tenga en cuenta, los partidos seguirán disputándose en condiciones que pueden llegar a poner en riesgo su integridad.

Sin embargo, el jugador español matizó que es un profesional y que si tiene jugar bajo la lluvia, lo hará. "Yo amo este torneo y me hace mucha ilusión siempre jugar en esta pista", aseguró el tenista balear, que en cualquier caso no pudo empezar con buen pie su partido y volvió a denotar que no se encuentra en absoluto en el mejor estado de forma para volver a aspirar al título.

Cuestionado por su mal arranque del encuentro, el número dos mundial reconoció sus errores: "Probablemente empecé un poco distraído, con las dos dobles faltas, pero no es una situación nueva para mí porque él es un jugador muy bueno. He de esperar mi momento porque éste es un partido a cinco sets", recordó el número dos del mundo.