Otro día tenso
La de ayer fue una jornada muy bonita, corta, pero muy intensa. Los primeros kilómetros dieron mucho juego para el espectador, con varios ataques para intentar la fuga. Fueron momentos de mucha tensión, algo que caracterizó a toda la jornada de ayer. Especialmente en los kilómetros finales, los 15 ó 20 definitivos, donde el viento a favor causó estragos en el pelotón, pues a pesar de que aparentemente viene mejor al ciclista, le lleva a correr a mayores velocidades y el nerviosismo crece. Ayer, por ejemplo, tuvo que abandonar uno de los candidatos a la general, como Popovych, y Boonen, por ejemplo, se hizo mucho daño. Ni siquiera Contador libró la caída.
Dentro de ese frenético final, Voeckler intentó aprovecharse. Buscó sacar partido del caos con un intento de fuga catapultado por el viento, si bien, su maniobra no resultó, porque los equipos de los esprinters se pusieron manos a la obra. La primera etapa de alta montaña será el 14 de julio y mientras tanto cada uno sabe dónde debe estar. En este sentido, ayer se evitó cualquier posibilidad de un corte.
En cuanto al sprint, fue atípico, porque había gente como Gilbert y porque hubo un corte en el que se quedó un corredor como Petacchi. Cuando parecía que Cavendish ni aparecía, ganó y lo hizo como no suele hacerlo, sin la colaboración de su equipo. Venció llegando desde atrás.
Se espera que estos días sigan siendo de esprinters, pero esperemos que ningún favorito tenga más percances. Porque ya se sabe, perderían valor las victorias del resto. Si bien, también serán días para los aventureros que pretenden las escapadas, porque, dado el terreno, rompepiernas, cada vez serán más difíciles de controlar.