Granada. El italiano Gino Pozzo, propietario del Udinese, y el murciano Quique Pina, presidente del Granada, han demostrado el éxito de una fórmula novedosa en el fútbol: la conexión entre dos clubes de distintos países mediante la cesión de futbolistas, hecho que podría revolucionar el balompié mundial.

Cuando presentaron hace un par de veranos su ambicioso proyecto para el maltratado y ruinoso club andaluz y pronosticaron que estaría en tres años en Primera y en cinco jugando en Europa, sonó a fuegos de artificio para los más cercanos a una entidad que acumulaba más dos décadas sin pisar Segunda y más de tres sin competir con los mejores. Pero en dos años ha obrado el milagro: el Granada es el único club que en el siglo XXI enlaza dos ascensos seguidos de Segunda B a Primera.

Pina, asistente en España durante muchos años del Udinese, propuso la asociación a los Pozzo, Gino y su padre Giampaolo, que llevaban tiempo buscando un club nacional con el que colaborar y que sirviese de escaparate para muchos de los alrededor de cien jugadores que tiene en nómina el conjunto transalpino. La fórmula es simple. El Udinese, que este año ha hecho historia en el Calcio al lograr plaza de Liga de Campeones, presta al Granada, y en algunos casos hasta paga sus salarios, jugadores con proyección que no tienen sitio en su plantilla pero que están más que sobrados para competir con los nazaríes.

Futbolistas como Nyom, Siqueira, Dani Benítez, Orellana, Ighalo, Mensah, Alex Geijo, Mikel Rico, e incluso en su día el alavesista Javi Casares, han entrado en esta fórmula. Algunos de ellos, claves en el ascenso, ya han recibido suculentas ofertas por parte de equipos de Primera. El préstamo resulta rentable para ambas partes.

Cuentan que los Pozzo son los únicos dirigentes europeos que ganan dinero en el negocio del fútbol gracias a su extraordinario ojo para reclutar a muy bajo precio jóvenes valores de cualquier parte del mundo que luego venden a precio de estrella mundial. El caso del chileno Alexis Sánchez, a punto de ser traspasado al Barcelona, es un buen ejemplo que también demuestra cómo funciona la conexión con el Granada, ya que se rumorea que en la operación pueden entrar futbolistas como Dos Santos o Jeffren para reforzar a los andaluces.

La colaboración económica entre ambos clubes también ha sido clave para el éxito. La millonaria plantilla para Segunda B que tuvo el Granada en la primera campaña de unión fue sostenida casi en su totalidad por el Udinese, pagando los salarios de los cedidos.

Pina presume de que el Granada va a ser "el club de Primera más saneado", algo que será una realidad si ese paso a SAD es el correcto, para lo que es necesario que también acabe sin problemas el proceso concursal que vive la entidad y que tiene en los acuerdos con Hacienda y Seguridad Social sus principales escollos.

La conexión Granada-Udinese, la fórmula del éxito, no ha pasado desapercibida en el mundo del balompié, ya que Pina ya ha alcanzado un acuerdo con el Tenerife para gestionar su secretaría técnica y planificar su plantilla la próxima campaña y se encuentra en tratos para hacer lo mismo con el Cádiz.