PARMA. El veterano Petacchi, de 37 años, volvió por sus fueros y alcanzó su victoria numero 22 en el Giro. En un final polémico por las protestas de Cavendish, alzó los brazos como vencedor de la segunda etapa, la más larga de la presente edición con un recorrido de 244 kilómetros entre Alba y Parma.
Los esprinters no desaprovecharon una de las escasas opciones de que van a disfrutar en la presente edición y cumplieron el pronóstico. Hubo duelo entre dos de los grandes con premio para los dos, que entraron forcejeando por delante del italiano Manuel Belletti (Colnago), todos ellos con un tiempo de 5h.45.40.
Etapa para Ale Jet, aún en forma, ampliando su palmarés, al que hay que añadir 6 etapas del Tour y 20 en la Vuelta. Y la general para Cavendish, que terminó desquiciado y maldiciendo a Petacchi. Perdió por milímetros, pero al menos subió al podio a probarse la prenda rosa, por segunda vez, ya que en 2009 la lució en las dos primeras etapas. Y luego se la cedió, precisamente, a Petacchi.
Cavendish encabeza la general por delante del bielorruso Kanstantin Sivtsov y del estadounidense Craig Lewis, ambos compañeros del Columbia. Marco Pinotti perdió el liderato y pasó a la cuarta plaza, todos a 12 segundos del líder.
Los favoritos se guardaron en una jornada maratoniana que no alteró las posiciones de las que salieron tras la cronometrada inicial.
Hubo quien se apuntó al maratón nada más salir de Alba, donde la organización rindió homenaje al industrial chocolatero Pietro Ferrero, además dueño de la firma que patrocina la 'maglia' rosa, fallecido el pasado mes de abril. Fue el alemán Sebastian Lang, quien partió decidido a convertirse en protagonista, pues intentó la fuga en varias ocasiones, hasta que el pelotón le dio permiso en el kilómetro 5. Comenzaba un dulce sueño.
Por delante la inmensa llanura Padana, pero, sobre todo, un trayecto que invitaba al estreno de los esprinters, poco dispuestos a dejar pasar oportunidades con la que les espera en la montaña. Lang, contrarrelojista él, y famoso porque es de los que denuncian "a los tramposos", fue abriendo camino bajo el sol.
En el kilómetro 85 alcanzó la máxima diferencia, 19.20 minutos, momento en que el pelotón decidió empezar a trabajar en serio para acabar con la fuga. A ello se pusieron los más interesados en la "volata", es decir el Columbia de Cavendish, el Garmin de Farrar y el Lampre de Petacchi.
Fue cayendo la renta de Lang camino del Alto de Tabiano Castello, una tachuela de cuarta categoría que se convirtió en un Zoncolan para el germano, que ya iba sintiendo las piernas aplomadas. En el pelotón, que rodaba a ritmo de caza, pinchó el líder Marco Pinotti, se fue al suelo el bielorruso Kyrienka (Movistar) y en el esprint intermedio lucharon para arañar segundos de bonificación Weylandt (Leopard) y Bakelandt (Omega), por si una victoria en Parma les pudiera regalar la 'maglia' rosa.
Lang se convirtió en el primer líder de la montaña al superar el puerto en cabeza. El grupo, con el Liquigas de Nibali al frente, cruzó la pancarta a 1.20 minutos. Fuga controlada, solo faltaba elegir el momento para poner en marcha las maquinarias del esprint.
A 26 km. de meta, Lang pasó a formar parte del pelotón, poniendo fin a 213 kilómetros de escapada. Enseguida se agitó el personal y se formó un grupo en cabeza con 8 hombres. De nuevo Weylandt y Bakelandt en escena, empeñados en saltarse el guión escrito. Una rebelión que puso al grupo en fila india y en el suelo al ruso Vorganov, que iba en la avanzadilla. No hubo suerte, el Lampre no podía descartar a Petacchi y su impulso reunió de nuevo a los 207 corredores del Giro.
El trabajo dio su fruto, si bien el Garmin compró boletos para Farrar. El Columbia no fue capaz de dominar el tren en un esprint nervioso. Petacchi se animó con un ataque lejano, mantuvo las fuerzas y se presentó en Parma como ganador. Tercer éxito de la temporada para Míster Esprint, el 176 desde su debut profesional en 1996. Han llovido años. Y victorias.
La tercera etapa del Giro se disputará entre Reggio Emilia y Rapallo, con un recorrido de 173 kilómetros. Posibilidad de esprint, pero dos pequeñas cotas al final pueden alterar los pronósticos.