madrid. La selección española de balonmano tratará de enmendar hoy (17.54 horas) la derrota por 24-26 que encajó el pasado jueves ante Croacia en Ciudad Real con un triunfo sobre el conjunto balcánico en Split, que permitiría a los de Valero Rivera recuperar la primera plaza del grupo II en la clasificación para el Europeo de Serbia 2012. Para ello, el equipo español deberá mejorar notablemente el juego ofensivo exhibido en el Quijote Arena, donde la selección, con evidentes síntomas de cansancio, careció de la fluidez necesaria para superar el rocoso 6-0 defensivo de los croatas. Una falta de continuidad que impidió a España explotar uno de sus mejores argumentos en ataque, el juego con el pivote, como demuestra el único tanto con el que cerró el choque Julen Aguinagalde, que acabó cediendo su sitio a un Rubén Garabaya, que acostumbra a tener un papel eminentemente defensivo en la selección.

Problema que se vio agravado por la falta de lanzamiento exterior, que se redujo, ausentes Alberto Entrerríos, por descanso, e Iker Romero, por lesión, casi en exclusiva a la aportación del lateral derecho Isaías Guardiola, máximo goleador, con cinco tantos, del conjunto español.

Circunstancias que obligaron a la selección a apostar todas sus opciones de victoria a la efectividad de su sistema defensivo 5-1, de nuevo, como ocurriera en el pasado Mundial de Suecia, lo mejor del equipo español, que quedó lastrado, especialmente en la segunda parte, por la falta de acierto en la portería. Cualquier opción de que la selección española pueda puntuar en Split pasa porque Arpad Sterbik y José Javier Hombrados muestren su nivel habitual, el que les ha convertido en una de las parejas más sólidas del concierto internacional, y del que estuvieron tan lejos en el choque de ida, en el que apenas lograron un par de paradas en los segundos treinta minutos.

Una cifra insuficiente cuando enfrente se encuentran algunos de los mejores jugadores del mundo, como el central Domagoj Duvnjak, que condenó a España a su primera derrota en la fase de clasificación, con unos excepconales minutos finales, en los que demostró los motivos por los que el Hamburgo pagó hace un año un millón de euros, una cifra récord, por hacerse con sus servicios. Duvnjak volverá a ocupar mañana el eje central de una primera línea en la que el técnico croata Slavko Goluza confiará nuevamente en el central Ivano Balic como lateral derecho.