YA decíamos la semana pasada que este Panathinaikos era ganable y así lo demostró el Lietuvos en Atenas. Con la victoria de los lituanos y del Baskonia contra el Unicaja hay un triple empate en la clasificación a falta de un partido. El Caja Laboral se va a jugar el todo o nada el jueves que viene. Si gana, será primero de grupo y se enfrentará al Maccabi con el factor cancha a favor y al mejor de 5 partidos. Si pierde, quedará tercero y, por tanto, eliminado. Digo que tercero si pierde porque veo muy difícil que el Unicaja como está, sea capaz de ganarle al Panathinaikos en Málaga. Los de Obradovic normalmente no suelen fallar en este tipo de encuentros. No es que no se pueda, lo que pasa es que tras la destitución de Aito, durante las dos siguientes semanas parecía que el único responsable de la mala trayectoria malagueña era el preparador madrileño. Pero una vez pasada la euforia de ver una cara nueva en el banquillo, la falta de carácter del equipo ha vuelto a verse reflejada en un juego desdibujado, con una defensa muy poco sólida y vulnerable, y con un balance defensivo pésimo, que habla por sí solo del estado de ánimo de los malagueños. ¿Era entonces un problema de entrenador ? Incluso el incombustible Berni Rodríguez está irreconocible. El Unicaja es un equipo sin ambición, sin carácter, con jugadores incapaces de trabajar por el bien del grupo. En el Buesa Arena, a excepción de la empanada mental del Caja Laboral en los primeros minutos del tercer cuarto, sólo se vio a un equipo sobre la cancha. Los de Dusko demostraron desde el pitido inicial que eran los únicos que confiaban en sus posibilidades de victoria. La única arma que puso en problemas a los vitorianos fue el juego interior con Freeland y el gigante Savanovic. Y eso no fue nada en comparación con lo que les va a esperar en Lituania. Y, si no, que se lo pregunten a los griegos, que les arrasaron en el apartado reboteador, con 16 rechaces capturados en ataque. El Caja Laboral necesitará de todos para cerrar el rebote defensivo. Y ahora me pregunto, ¿ tendrá el Baskonia ese plus extra necesario cuando el partido lo requiera para hacer frente a todas las adversidades? Defensivamente hablando, ¿qué imagen vamos a ver: la del partido contra el Panathinaikos o la de Alicante o Bilbao? ¿ Tendrá el plantel la fortaleza mental apropiada en un partido tan crucial como el del jueves ? Seguro que durante el encuentro habrá momentos delicados, tensos, malas rachas, etc... La manera de afrontar esos momentos serán determinantes para el devenir de los acontecimientos. Estos partidos tienen un gran componente mental en los jugadores. Aquel que desee más y ponga más de su parte para pasar, se llevará el gato al agua. Hay bastantes jugadores en la actual plantilla del Baskonia que no saben lo que es llegar a una Final Four. Y es eso en lo que tendrían que estar pensando cuando vayan a jugar esta jornada tan trascendental. De lo bonito que debería ser estar en una Final Four y de por qué no va a ser posible. Esta es la fase de la temporada que a todo jugador le gusta experimentar. Por lo tanto, hay que disfrutar del momento y ser fuertes mentalmente para llegar lo más lejos posible. A partir de ahora, a los rivales hay que decirles que aquí estamos nosotros.