Vitoria. Maider Unda lleva cuatro años consecutivos luchando por las medallas en citas del más alto nivel. La luchadora de Olaeta acumula siete participaciones en Europeos, seis en Mundiales y una en los Juegos, rindiendo en todos ellos, especialmente en estos últimos años a un gran nivel. Bronce en el Mundial del pasado año, otro bronce en el Europeo de 2010, más dos quintos puestos, uno en el pasado Campeonato del Mundo y otro en los Juegos de Pekín en 2008, es el excelente balance conquistado por la luchadora alavesa. Sin embargo, esta pastora de Olaeta quiere más. No se conforma con eso. Es exigente y en su punto de mira ya está Londres 2012.
Decimosegundo oro en el Campeonato de España, bronce en el Europeo y quinta en el Mundial. ¿Cómo ha visto la temporada, qué balance hace?
Ha sido un año de transición, al ser una temporada de bajada en cuanto a la preparación, pero para mí también era importante seguir ahí. Lo importante era mantenerse ahí sin sacrificarte en exceso físicamente, pero sí seguir en activo. Creo que lo he conseguido y aparte estoy a gusto con los resultados conseguidos.
¿Se queda con cierto regusto amargo por quedarse de nuevo a las puertas de las medallas en un Mundial?
Hombre, a todos nos gustan las medallas. Eso es algo que no voy a negar, pero bueno, a veces es hasta ahí donde puedes llegar.
¿Quizá este año era complicado llegar más lejos, teniendo en cuenta que había bajado su ritmo de entrenamientos?
Yo sé que lo he dado todo, pero igual la preparación física y todo lo que tenía que haber trabajado, que lo voy a trabajar este año, no lo tenía hecho, porque era un año de menos preparación y sabía que había que estar ahí, pero las condiciones físicas no eran las mejores.
Al menos, en este 2010 también recibió la medalla de bronce al mérito deportivo. ¿Que supuso recibir tal galardón?
Este ha sido un año importante fuera del tapiz. Ya me he afianzado deportivamente y fuera de la competición también he conseguido un reconocimiento importante como es la medalla de bronce al mérito deportivo. También estamos intentando meternos en el deporte escolar en Vitoria. Son cosas que se van trabajando fuera de la competición y eso para mi es positivo.
En el siglo XXI, Maider Unda es la única campeona de España en categoría senior. ¿Qué pasa, es que es muy superior para encadenar todos estos títulos consecutivos o no hay rivales?
La veteranía es un grado y para un deporte como la lucha, la experiencia es fundamental. Creo que hoy por hoy no hay gente dispuesta a sacrificar muchos años de su vida para estar ahí arriba. Yo estoy encantada de estar ahí y espero seguir unos cuantos años más.
¿Ve a alguna competidora capaz de hacerle sombra en España en breve? ¿Hay relevo para Maider Unda?
No. En mi peso está muy difícil. Mi peso es un poco grande, hay que ser coordinada, hay que ser ágil... En pesos pequeños sí que puede haber más rivalidad, pero en pesos grandes es más complicado.
¿Cómo consigue esa coordinación en un peso tan complicado, que a muchas otras les costaría tener?
Genéticamente tengo mucha suerte, porque no soy una persona gorda. Quiero decir que 72 kilos en chicas y con cierta complexión, las personas son más bien obesas. Yo tengo la suerte de ser grande y no tengo dificultades para estar siempre en el peso. En ese sentido me muevo bien.
El año que viene cumple 34 años en julio, ¿se ve capaz de aguantar el exigente ritmo de entrenamientos necesario para continuar en la élite?
No sé si me veo, pero yo quiero tirar para adelante. Sé que en el 2012 hay una meta ahí, que me gustaría llegar. Pero bueno, está claro que los años son los años y no lo puedes olvidar. Pueden aparecer las lesiones y que el cuerpo me diga hasta aquí, pero bueno, la ilusión no me falta.
Viendo sus ganas y esa ilusión que tiene, queda claro que queda Maider Unda para rato...
Sí, sí. El deporte es algo que necesito en mi vida. Es algo que me da la alegría del día a día. Encontrarte a gusto en lo que haces es fundamental.
Respecto a la exigencia en la preparación, tras uno de bajada, el próximo curso es un año preolímpico por lo que quizá la exigencia es mayor. ¿Lo ve así?
Sí. Esta temporada que empieza es otra cosa. Ya hay que ponerse en serio. No valen experimentos y decir vamos a probar esto o probar lo otro. No. Ya sabemos a lo que vamos. Sabemos en la dirección en la que vamos trabajando y sabes que lo tienes que dar todo. En el Mundial hay que quedar entre las cinco primeras y hay que darlo todo.
Este curso se juega buena parte de sus opciones de ir a los Juegos de Londres. ¿Será su gran objetivo?
Sí, sí. Lo principal es clasificarse y lo mejor sería hacerlo en el Mundial. Si ya lo tienes hecho ahí, tu preparación cambia mucho. Si no, tendrías que hacer una preparación específica para los clasificatorios en abril, que no es lo mismo que estar preparándote directamente para los Juegos. Ya cuando planificas el año sólo para la Olimpiada es muy diferente y eso es lo que buscamos.
¿Cambiará algo su forma de trabajar al estar los Juegos de Londres 2012 a la vuelta de la esquina?
Lo que más variará es que habrá más concentraciones y además serán más largas. Antes eran de una semana o diez días y ahora serán de quince. Luego las competiciones serán más o menos las mismas o muy parecidas a otros años.
Y, ¿cuál es el plan?
En enero me voy quince días a entrenar a Bulgaria, después tengo un torneo en Francia, luego en abril tengo el Europeo y más adelante hay un parón en el que intentaremos meter algo, porque un mes sin salir cuando hay que trabajar duro no te lo puedes permitir. Es mejor entrenar con rivales y haremos algo de eso.
¿Confía en llegar a los que serían sus segundos Juegos?
Sí, sí. Es algo que siempre he tenido claro. Después de Pekín seguí en esto es porque yo quería una medalla olímpica. Ese es mi objetivo y lo que tengo todos los días delante para entrenar y sacrificarme tanto. Si quiero conseguir eso, sé que tengo que entrenar y esforzarme día a día.
Ya sabe lo que es estar en un podio en un Europeo, en Mundiales y ha estado a las puertas en unos Juegos tras ser quinta en Pekín. ¿Es lo que le falta para poner un buen broche?
Así es. Es la guinda, sí.
La anteriormente infranqueable barrera de las medallas en las citas internacionales ya la saltó con el bronce del pasado Mundial. Ese peso que se quitó de encima, ¿le ha servido para luchar con más confianza?
Sí. Sobre todo cuando entras en el tapiz ya no entras con miedo. Ya dices: "Bueno, yo ya soy tercera del mundo y ahora eres tú la que me tiene que quitar a mí eso". Yo ya tengo ese aplomo en el tapiz. Ya no tengo que llegar a eso. Yo ya he llegado a conseguirlo.