ALEX FERGUSON (31-XII-1941, Glasgow) cumplió ayer 24 años, un mes y 14 días como entrenador del Manchester United -8.811 días en el banquillo-, superando así al legendario Matt Busby (1909-1994) en una época donde la vida de los entrenadores en su cargo es efímera. Como broche, lo consigue con su equipo como líder de la Premier League, con dos puntos de ventaja tras un día inesperadamente festivo, ya que el compromiso ante el Chelsea tuvo que ser suspendido por la ola de frío que azota Inglaterra, como ocurrió con el resto de la jornada a excepción de un par de partidos (y el que hoy a priori disputarán City y Everton). "La verdad es que estoy sorprendido por el dato. Es algo en lo que no había pensado nunca", afirmó Ferguson en la web del club.
Tras haber conquistado 11 títulos de la Premier, cinco Copas de Inglaterra, cuatro Copas de la Liga, una Recopa europea y dos Champions -torneo que, a su entender, debe ser siempre la prioridad-; ya ha superado los registros del mítico Busby, que ganó cinco Ligas, dos Copas y una Copa de Europa. Eso sí, este último creó el club como se lo conoce ahora, construyéndolo además sobre unas bases modestas. Tras la Segunda Guerra Mundial lo rejuveneció con nuevos jugadores y volvió a edificarlo después del desastre aéreo de Múnich en 1958, cuando el avión que los transportaba a casa tras un duelo europeo se estrelló, muriendo ocho futbolistas y otros quince pasajeros.
Hijo de Alexander Beaton, un ayudante de chapista en la industria náutica, y de Elizabeth Hardie, la infancia de Ferguson transcurrió en la pequeña localidad de Govan junto a sus padres y a su hermano Martin (un año menor que él). Cursó sus estudios primarios en el Broomloan Road Primary School y realizó la secundaria en el Govan High School. Como cualquier niño nacido en Glasgow era aficionado de los Rangers y, por supuesto, un apasionado del balón. Comenzó su carrera deportiva a los 16 años como delantero en el Queen"s Park, un equipo amateur de la ciudad, a la par que trabajaba como aprendiz en los astilleros de Clyde. Cuando Ferguson asumió el puesto en Old Trafford en 1986, el United llevaba 19 temporadas sin dominar el torneo doméstico y la empresa le costó siete años. Es más, aún se recuerda cómo podía haber sido despedido en el año 1990 si Mark Robins no hubiera anotado un tardío tanto del empate contra el Nottingham en la Copa.
su evolución táctica De algunos técnicos se dice que son magos tácticos como Mourinho; otros son grandes motivadores; y algunos son listos en el mercado de fichajes. De Ferguson se puede afirmar que es bueno en todo, aunque su principal característica es su capacidad de evolucionar desde que hace 36 años se hiciera cargo del East Stirlingshire. Ha sido todo un maestro en rejuvenecer vestuarios, como demostró al vender a Paul Ince, Mark Hughes y Andrei Kanchelskis después de que al Manchester se le escaparan por muy poco la Liga y la Copa en 1995. Los críticos destacaron que sus sustitutos -David Beckham, Paul Scholes y Gary Neville- eran demasiado jóvenes, pero los diablos rojos conquistaron el doblete en la siguiente campaña. En 2003, después de que el equipo fuera derrotado (2-3) por el Real Madrid en su feudo en los cuartos de final de la Liga de Campeones, finiquitó el sistema 4-4-2 contra los grandes y apostó por los cinco hombres en el centro del campo, lo que al inicio no fue popular. Recuperó la Champions League en 2008 bajo la estela de Cristiano Ronaldo. Ya sin el luso y después de que su estrella presente, Rooney, amagara con su marcha; su objetivo ahora es ganar la tercera Champions con el United y unirse a Bob Paisley, que lo logró con el Liverpool.
Aunque es catalogado como todo un caballero, también se ha visto inmiscuido en la polémica, como la vez en que se enfrentó a Beckham en la caseta lanzándole un zapato -así todo, el jugador le considera su padre-; o cuando en otra ocasión un documental de la cadena BBC habló sobre cómo su hijo, Jason Ferguson, quien trabaja como agente de jugadores, usaba la influencia de su padre para hacer ciertos negocios en el mercado del futbol. Ferguson optó por no dar ninguna entrevista a la cadena y hasta ahora mantiene su promesa. Muchos, incluido él, sostienen que solamente Pep Guardiola podría relevarle en el banquillo y comenzar una travesía igual de larga al frente de los diablos rojos. Pero antes Ferguson tiene metido entre ceja y ceja devolver la Liga al club en detrimento del Chelsea y reconquistar Europa.