Barcelona. El Barcelona dejará de ser esta semana campeón del mundo de clubes, después de ganar el título hace un año en Abu Dabi, pero lejos del desconsuelo que le podría acompañar por este hecho, le embarga una gran alegría por el momento deportivo que vive. Además, el equipo que entrena Pep Guardiola, líder de la Liga y clasificado para octavos de final de la Liga de Campeones, está obteniendo unos números en los torneos en los participa que están provocando la admiración generalizada, también por su juego, casi inabordable por sus rivales.
Después del 3-1 con el que se impuso al Villarreal justamente hace un mes en el Camp Nou, el equipo de Guardiola ha firmado una racha espectacular de victorias y goles a favor con un marcador global de 26-0.
Excepto los dos partidos del triangular de la Copa Catalunya que se han colado en esta trayectoria exitosa, donde el Barça jugó con suplentes y futbolistas del filial, el conjunto azulgrana ha arrasado por donde ha pisado, tanto en la Liga de Campeones como en la Liga.
Así, desde aquel ya lejano gol de Nílmar, el Barcelona ha logrado tener su portería vacía en la Liga durante 604 minutos, ha colocado a su mejor futbolista, Leo Messi, con 17 goles en lo alto de la tabla de máximos goleadores, junto al madridista Cristiano Ronaldo, y ha logrado y consolidado el liderato en el campeonato.
Este primer puesto fue posible merced a una goleada contra el Madrid en el Camp Nou (5-0) que no ha quedado como un único signo de superioridad del equipo catalán, pues el domingo volvió a repetir contra la Real Sociedad el mismo resultado, después de haber firmado en Almería, antes del clásico, la goleada de la temporada (0-8).
Al Barcelona sólo le quedan dos peldaños para finalizar de fábula el año, aunque enfrente tendrá a dos huesos. El sábado se medirá contra el Espanyol, que si bien viene de perder en San Mamés (2-1) después de dinamitar una buena primera parte con ventaja en el tanteador (0-1), se ha destacado esta temporada como un equipo infranqueable en su casa.
Cornellà-El Prat ha sido inexpugnable esta campaña para sus visitantes, y de ello el Espanyol, con siete victorias, ha edificado un fortín de donde la obtención de todos los puntos le ha situado en la cuarta posición de la Liga. Pocos días antes de Navidad, el Barça jugará su último partido en casa del año, la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao.