EL porvenir de Rafa Benítez en el Inter pinta bastos aunque a su todavía equipo le diera por redimirse esta semana en Abu Dabi conquistando el Mundial de Clubes, cuyo vigente campeón es el Barcelona hexacampeón de Guardiola. Pese a que el técnico insista en que se le ha trasladado calma, el presidente Massimo Moratti ha perdido toda la confianza en el exentrenador del Liverpool tras la deficiente andadura en el Calcio, a 13 puntos del Milan, y la pobre imagen en la Liga de Campeones, por mucho que les aguarde un sitio en los octavos. De hecho, aunque el conjunto del Giuseppe Meazza salga victorioso de la antigua Copa Intercontinental, todo apunta al relevo en el banquillo, con el seleccionador inglés Fabio Capello como gran aspirante al cargo.

El Seongnam, que derrotó 1-4 al Al Wahda, será el primer rival de los interistas de cara a una previsible final contra el Internacional brasileño. El conjunto de Tae Yong Shin, el más exitoso de la historia de la liga surcoreana, no tuvo problemas para apabullar a los anfitriones, que apenas mantuvieron el empate los primeros tres minutos y dos más, entre el 28 y el 30 que pasaron desde el gol de Baiano al 1-2 de Ognenovski. "Como todos los grandes clubes, podemos atravesar momentos difíciles, pero estoy sereno. Sé que tendré mucha más calma y satisfacción si salimos campeones", sostiene Benítez, que se ha visto lastrado por la sucesivas lesiones en el seno de su plantilla. El más tranquilo de todos es el propio Moratti, ya que la Federación inglesa habría concedido a Capello el beneplácito de compaginar ambas facetas, supeditado a varias condicionantes: el primero, que el club lombardo se hiciera cargo de buena parte del sueldo del entrenador, que supera los nueve millones de euros.

Debido a la imposibilidad del dirigente de hacerse con los servicios de su ojito derecho, Guardiola, o de Mourinho, el que hizo tricampeón al Inter la pasada campaña; el rector de la entidad maneja igualmente la opción de Luciano Spalletti, el técnico al que ya seguía en su etapa al frente de la Roma y que acaba de hacer campeón al Zenit en Rusia. Pero aunque éste tiene una cláusula de salida gratuita de San Petersburgo, no está muy por la labor de dejar un equipo triunfal y saneado. Marco Tronchetti, dueño de la Pirelli y segundo accionista del Inter, es el valedor de la corriente que apuesta por Capello, dado que mantienen una estrecha relación desde hace seis años, cuando Fabio se marchó de la Roma. Sin embargo, en aquel verano Moratti se salió con la suya fichando Roberto Mancini.

el internacional evoca a 2006 Por su parte, el Internacional de Porto Alegre pretende reeditar lo acaecido en 2006, cuando sorprendió en la final al Barcelona de Ronaldinho, Deco y Eto"o, aunque ahora bajo la batuta sobre el césped del argentino Andrés D"Alessandro y del brasileño Giuliano. El primero de ellos, de 29 años, atesora una privilegiada visión de juego y calidad refinada en el toque; su compañero, de 20 años, es otro centrocampista técnico, con un potente tiro desde fuera del área, que fue la revelación en la Libertadores, puesto que partió del banquillo en numerosas ocasiones para ganar cada fase del torneo con goles decisivos. Celso Roth le ha reportado más confianza, aunque lo sigue intercambiando con otros futbolistas, entre ellos el experimentado Tinga, que volvió a Brasil a mitad de la temporada procedente del Borussia Dortmund. El exjugador del Betis Rafael Sobis ejerce como la mejor garantía de gol para los colorados. La portería la defiende Renan, que militó en el Valencia y Xerez, y ha regresado para arrebatarle la titularidad al mundialista Pato Abbondanzieri.

Benítez conoce bien este torneo, ya que fue precisamente un conjunto brasileño, el Sao Paulo, quien privó del éxito en 2005 a los reds. Para quitarse la espina necesitará a un Sneijder en plenitud de condiciones y a Eto"o con la puntería afinada. El exculé quiere lamerse las heridas, ya que en la citada final de hace cuatro años no pudo participar por una lesión de menisco. El Inter podría acabar el curso con cinco títulos, porque además de los tres conseguidos el pasado mayo, sumó a sus vitrinas la Supercopa italiana al ganar 3-1 a la Roma en agosto, aunque no pudo repetir en la Supercopa de Europa, al caer 2-0 ante el Atlético. De ahí que el récord del Barça no corra peligro. Todo lo contrario que Benítez, consciente de que sólo una imagen excepcional de sus discípulos, unido al cetro, propiciaría una prórroga en su estancia en puertas del parón navideño. Él, más que cualquier otro, sabe que su suerte está echada.