Barcelona. Con un fútbol de seda, el Barcelona ofreció ayer una nueva exhibición para golear a la Real Sociedad (5-0) después de firmar un completísimo partido coral de sus jugadores que no dieron ni una sola opción al equipo donostiarra. Los números del Barcelona asustan tanto como su fútbol. Con el triunfo de ayer, los de Pep Guardiola suman 21 partidos sin perder (18 victorias y tres empates) y han sumado 21 en los últimos cuatro partidos. Además, no todo es gol en el equipo catalán, porque su fiabilidad defensiva es enorme y el equipo ha batido la racha de imbatibilidad que databa de septiembre de 2009.

Ahora ya se cumplen 624 minutos sin que Víctor Valdés encaje un gol. Fantástico en el juego al toque, superlativo su fútbol al espacio y todo a una velocidad vertiginosa. Fue el Barcelona otra vez un equipo inalcanzable, exquisito, superior ante el cual la Real Sociedad, a pesar de que hizo un buen partido, no pudo oponer resistencia.

Especialmente desde la derecha, donde Alves y Pedro, que está en estado de gracia, se asociaron y abrieron un boquete continuo en la defensa donostiarra, pero también por la izquierda, con Iniesta y Villa, y desde el centro, con Xavi y Messi repartiendo juego y buscando las acciones de la segunda línea. Y Pedro, siempre Pedro. Asistente Pedro, el canario, el hijo del gasolinero estuvo en todas, en ataque y en la presión. En el 1-0, una jugada iniciada por Messi le permitió a Pedro asistir a Villa, que sólo tuvo que empujar el balón a la red en el minuto 9. La desgracia para los de Martín Lasarte es que en la primera acción de gol el Barcelona marcó; su suerte es que el porcentaje de acierto no se mantuvo, porque la goleada podría haber sido aún más escandalosa. Conceptualmente el equipo de Guardiola funciona como un reloj. Su repertorio es tan grande que el rival no tiene suficientes recursos para superar el delicioso juego de los azulgrana. Triangulaciones continuas, creando y ocupando espacios y muchas opciones en cada acción para un fútbol de alta escuela.

Especialmente durante el primer tiempo, los azulgrana bordaron el juego. Marcó Villa el 1-0 en el minuto 9 e Iniesta el 2-0 en el 33, pero por el camino se produjeron multitud de acciones ofensivas, con diversos protagonistas, desde perspectivas diferentes y con la estética del fútbol como concepto.

Pedro, otra vez Pedro, estuvo espléndido en el 2-0. Combinó con Iniesta y el albaceteño batió por el palo corto a Bravo, en una jugada más propia del fútbol sala.

Antes del descanso, Alves, que hoy jugó más de atacante que de carrilero, y Messi pudieron incrementar la cuenta goleadora. Al Barça se le vio tan sobrado, que nadie podía pensar que el recital azulgrana iba a acabar con ese resultado.

Y así fue. Prácticamente en la primera acción del segundo tiempo, Messi y Alves combinaron un par de veces en la línea divisoria, tres o cuatro en la medular y otra más dentro del área. Al final, Messi puso el balón por encima de Bravo, un toque sutil, tanto como el fútbol de seda del Barça para el 3-0. Después del tercer tanto, los azulgrana se siguieron regalando. Con un fútbol combinativo y un rival más preocupado en no encajar más tantos que en estrenar su cuenta goleadora.

BARCELONA Valdés; Alves, Puyol, Abidal, Maxwell; Mascherano (Busquets, m.52), Xavi (Keita, m.67), Iniesta; Pedro (Bojan, m.61), Messi y Villa.

REAL SOCIEDAD Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Rivas, Elustondo, Aranburu (Zurutuza, m.56); Xabi Prieto (Sarpong, m.80), Griezmann y Joseba Llorente (Tamudo, m.69).

Goles 1-0, m.9: Villa. 2-0, m.33: Iniesta. 3-0, m.46: Messi. 4-0, m.87: Messi. 5-0, m.90: Bojan.

Árbitro Fernández Borbalán. Mostró cartulina amarilla a Mascherano (m.7).

Estadio Asistieron al encuentro 74.931 espectadores en el Camp Nou.