El ciclista estadounidense Floyd Landis reconoció ayer que le llevó demasiado tiempo admitir sus infracciones antidopaje y que le fue sencillo "racionalizar el hacer trampas". Landis, que perdió su título del Tour de Francia 2006 tras dar positivo en un control antidopaje en beneficio del gallego Óscar Pereiro, pasó cuatro años y gastó más de un millón de dólares, cifra que en gran parte fue recaudada por sus seguidores, alegando su inocencia antes de confesar sus ofensas de dopaje en mayo.