ESLOVENIA Billups (8), Durant (22), Rose (7), Iguoala (11) y Odom (5) -cinco inicial-, Westbrook (11), Gay (16), Granger, Curry (3), Gordon (6), Love (10) y Chandler.
ESTADOS UNIDOS Slokar (4), Lakovic (5), Nachbar (13), Dragic (7) y Brezec (5) -cinco inicial-, Rizvic (8), Becirovic (8), Klobucar, Udrih (9), Jagodnik (6), Zupan (2) y Vidmar (10).
Parciales 23-11, 19-17, 25-18, 32-31.
Árbitros José Martín (ESP), Christos Christodoulou (GRE) y Stephen Seibel (CAN). Eliminado por cinco personales el estadounidense Lamar Odom.
Estadio partido disputado en Estambul ante 12.500 espectadores.
estambul. El Dream Team de Mike Krzyzewski prosiguió ayer con su plácida marcha hacia la segunda fase del Mundobasket de Turquía. El combinado norteamericano zanjó sin apuros su segundo duelo, ante una Eslovenia que apenas pudo plantar cara, para encarrilar su pase como primer clasificado del grupo B.
Los talentosos pupilos de Coach K volvieron a reventar el encuentro en apenas un cuarto. El 23-11 con el que se alcanzó el final del primer parcial marcó el devenir de un envite que sacó a relucir la tremenda superioridad del equipo americano ante uno de los rivales que, en teoría, debían plantearle más problemas en esta primera fase.
Guiada por un excepcional Kevin Durant, a quien nadie puede frenar en este campeonato, la selección estadounidense desplegó una defensa sobresaliente para anular las virtudes del equipo esloveno, sobre todo en el perímetro, y sacó ventaja de su músculo, que no de sus centímetros, en las zonas, con un dominio del rebote que a la postre resultó crucial en el devenir del duelo.
Estados Unidos, sin emnargo, venció sin ningún alarde. No tuvo necesidad de meter la quinta velocidad. Eslovenia fue un rival correcto que no aspiró a mucho más que a caer derrotado con dignidad. Con no perder por mucho más de veinte puntos y que los norteamericanos no pasaran de cien puntos, los europeos se dieron por satisfechos.
El choque fue, en este sentido, una balsa de aceite para ambos entrenadores, que se dedicaron a repartir minutos entre todos sus jugadores y a esperar a una mejor ocasión para mostrar todas sus armas tácticas. Mike Krzyzewski, de hecho, está pudiendo dar muchos minutos a todos sus hombres, que llegarán rodados a la fase decisiva de la competición.