IDOYA Angel, Sola (Aitor, min.22), Zudaire, Aritz (Víctor, min.37), Ander (Chocarro, min.35), José Ramón, Iván, Iñaki (Javi, min.35) , Felones, Alfonso y Leoz.

ALAVÉS Reguero, Mezquita, Henry, Moya, Tito (Oratz, min.28), Alex Vallejo, Calderón (Endaitz, min.35), Esparza, Salcedo, López de Calle, Geni.

Goles No hubo.

Árbitro Montoya Simón (colegio navarro). Sin amonestados.

Incidencias Iturtxipia (250 espectadores). En la tanda de tres penaltis lanzados, el Alavés fue mejor que su rival al parar Reguero dos y marcar Esparza y Salcedo los suyos, sin necesidad de que tirase Geni el suyo.

OTEIZa. De nuevo dos versiones. Al igual que ante el Athletic, el Alavés mostró primero una cara más apática, sin chispa y falta de ritmo en el encuentro ante el Idoya para sacar lo mejor de sí en el duelo ante Osasuna B, donde se vio a un conjunto albiazul más metido, con más movilidad y más incisivo en ataque.

Eso sí, en cualquiera de las dos versiones mostradas ayer en Oteiza, los pupilos de Álvarez Tomé mostraron aún importantes lagunas defensivas, perdonables a estas alturas de pretemporada, pero que deben ser corregidas cuanto antes para evitar disgustos mayores en el arranque de la competición.

Al menos, el cuadro albiazul volvió a demostrar que cuando pone la marcha correcta puede ser un rival a tener en cuenta. Así se vio en el segundo de los partidos de este triangular ante el filial rojillo. Con un equipo más parecido a lo que puede ser un once tipo que el que se midió al Idoya, en el que empezaron cuatro canteranos y llegaron a coincidir hasta cinco, el cuadro gasteiztarra fue superior a Osasuna durante buena parte de los 45 minutos. La seguridad de Cuesta y el buen trabajo de la medular, con un notable Josete en las labores de contención, permitió al Alavés no sufrir apuros ante un Osasuna B maniatado, que encima se veía en ocasiones superado por el desborde de las bandas albiazules. Mención especial merece en este apartado un Morcillo muy incisivo, que tras una gran galopada envió un perfecto pase de la muerte a Jito, que no pudo conectar el delantero catalán en lo que hubiera sido el primer gol.

ASTUCIA DE INDIANO Sin embargo, la diana albiazul no tardaría en llegar. Una pillería de Indiano le permitió al ex jugador colchonero robar un balón cerca de la frontal del área y con total serenidad consiguió plantarse solo delante del portero para batirle con un perfecto tiro cruzado. La lata ya se había abierto y parecía que ya no iba a haber problemas para poder sentenciar el partido. No fue así. De nuevo apareció la versión B del Alavés. Indolente, sin concentrarse en los marcajes y sin volver a ser capaz de dar dos pasos seguidos. Apagón en toda regla. De nuevo el Doctor Jeckyll y Mr Hyde salió a escena. La desesperación se adueñó de nuevo de Tomé. Al igual que en el primer choque del triangular, el preparador babazorro pedía una marcha más a sus pupilos, pero estos no conseguían poner de nuevo el ritmo adecuado al partido.

Se estaba volviendo a ver al Alavés que pasó con más pena que gloria ante el Idoya, un Tercera recién ascendido ante el que no crearon ni una clara ocasión de gol y encima a punto estuvieron de ser sorprendidos por un nuevo despiste de Moya, que en esta ocasión falló a la hora de hacer el fuera de juego. Menos mal que la inocencia de los jugadores del cuadro local les impidió materializar ese mano a mano con Reguero. Fue de lo poco reseñable de un primer partido soporífero, que causó un gran malestar en Tomé, que se desgañitó desde la banda pidiendo más intensidad a unos jugadores que parecían aplatanados por el calor. "Vamos, vamos. Más ritmo, Alex. Dale ritmo, venga. Piensa, piensa. Corre, corre", decía el técnico albiazul desde el banquillo, habida cuenta de que no le gustaba nada lo que estaba viendo sobre el césped.

Pues bien, en el tramo final del duelo ante Osasuna B volvió a repetirse la historia de forma incomprensible. Con el duelo controlado, aparecieron los despistes. Primero, una mala salida de Reguero estuvo a punto de costar la igualada rojilla. Ésta llegó poco después en una jugada a balón parado. Tomé ya lo preveía desde la banda. Pidió a los suyos concentración máxima en las marcas. Pues nada. Oídos sordos, lo que fue aprovechado por Mariano para libre de marca cabecear al fondo de la red el tanto que supuso el definitivo empate a uno. Pudo ser peor, si poco después no envía a las nubes un balón que controló sólo en el área pequeña. El Alavés había desaparecido. Las buenas sensaciones se habían esfumado de golpe. Ni fútbol arriba ni seguridad atrás. Al menos, pudo mantener el resultado hasta el pitido final y de nuevo su victoria en los penaltis le permitió llevarse el trofeo en este triangular de Oteiza.

OSASUNA B Iparraguirre, Rodrigo, Postigo (Vicente, min. 16), Astrain, Satrustegi, Barranco, Gabilondo, Saavedra (Mariano, min. 29), Villafranca, Torres y Eslava.

ALAVÉS Reguero, Mesquita (Iván López de Calle, min. 29), Cuesta, Moya (Malón, min. 36), Morcillo, Josete, Indiano, Ibon Gutiérrez, Endaitz (Calderón, min. 36), Rico, Jito.

Goles 0-1, Indiano. 1-1, Mariano

Árbitro Montoya Simón (colegio navarro). Amonestó a Josete e Iván López de Calle por el Alavés y a Gabilondo por Osasuna B.

Incidencias De nuevo victoria albiazul en los penaltis tras fallar Osasuna B el primero y marcar Morcillo, Jito y Rico por el Alavés.