PARAGUAY 0 : Justo Villar; Caniza, Cáceres, Da Silva, Morel; Cristian Riveros, Víctor Cáceres, Vera; Nelson Valdez (Min. 67, Benítez), Santa Cruz, Cardozo (Min. 66, Lucas Barrios)
NUEVA ZELANDA 0 : Paston; Reid, Nelsen, Vicelich, Smith; Bertos, Elliot, Lochhead; Fallon (Min. 69, Wood), Killen (Min. 79, Brockie) y Smeltz.
Árbitro: Yuichi Nishimura, japonés. Amonestó a Víctor Cáceres, Santa Cruz y Nelsen.
Incidencias: Unos 35.000 espectadores en el Peter Mokaba de Polokwane.
POLOKWANE. Paraguay logró, por cuarta vez en su historia, el pase a octavos de final de un Mundial, tras empatar sin goles en el último partido de la primera fase contra Nueva Zelanda, y lo hizo con el brillo de ser primera de grupo. Los guaranís evitan así a la siempre peligrosa Holanda, previsible triunfadora del Grupo E, del que saldrá su rival para conquistar, por primera vez, los cuartos de final.
Ante una Nueva Zelanda que estaba obligada a ganar el primer partido de su historia en un Mundial, Paraguay salió expectante y pronto se dio cuenta de que los kiwis no iban a lanzarse a una ofensiva descabellada. Martino había dejado en el banquillo a Lucas Barrios y el equipo perdió mordiente ofensivo. Se limitaron a controlar el encuentro y buscar el tanto en disparos largos sin demasiado peligro, mientras los oceánicos asistían impotentes a su eliminación. Caniza en dos ocasiones, Da Silva, Valdez y Cardozo lo intentaron, pero sólo el jugador del Borussia Dormunt acertó a disparar entre los tres palos, donde encontró a un inspirado Paston.
En la reanudación Nueva Zelanda pareció estirarse un poco y Elliot buscó en un disparo la escuadra paraguaya, pero su tiro fue desviado. En esa configuración los guaraníes encontraron más huecos.
Riveros pudo marcar de cabeza al saque de un córner de estrategia en el minuto 62, pero de nuevo apareció el guardameta kiwi. Martino vio la ocasión de ir a buscar la segunda victoria del Mundial y dio entrada a Barrios y a Edgar Benítez.
La entrada de Barrios espoleó al equipo y llegaron los mejores minutos de Paraguay, pero el resultado fue inamovible.