Pretoria. Forzado por el temor a perderle definitivamente para el resto del Mundial, Diego Maradona probará hoy ante Corea del Sur una nueva selección argentina sin su habitual conductor, Juan Sebastián Verón, una ausencia que podría tener más peso anímico que futbolístico en el plantel. Cuando Argentina había logrado destapar la mejor versión de Lionel Messi ante Nigeria, se le escapa por una mialgia en el gemelo derecho el socio de la Pulga, con quien finalmente había logrado sentirse cómodo en el juego. Verón "es el que me busca e intenta que yo juegue", remarcó Messi horas antes del partido que puede dar a la albiceleste el pase a octavos. Además, "fuera de la cancha siempre fue un apoyo en los momentos malos", advirtió el delantero del Barcelona sobre su compañero de habitación. Maxi Rodríguez será el reemplazante de la Bruja. Maradona admitió ayer que tienen características "distintas", pero desestimó que esto perjudique al plantel. "Tenemos también la salida de Maxi para afuera, que se complemente con Jonás, tenemos más liberado a Mascherano... No vamos a tener problemas", aseguró convencido el técnico.

Maradona ya había jugado sin la Brujita en otras ocasiones, como el 24 de mayo pasado en el amistoso contra Canadá, pero entonces el planteamiento táctico y el rival eran otros. En aquella oportunidad, tampoco estuvo Messi. "Yo necesito a Verón", reconoció ayer el técnico, quien sabe el peso que tiene el capitán de Estudiantes en el plantel. El equipo "sabe muy bien que si nosotros perdiéramos a Verón, el grupo no iba a ser el mismo". "Fue difícil la decisión de dejar a Sebastián fuera. Está el riesgo de que la lesión se pueda agravar y termine el Mundial para Verón y yo no quiero que termine el Mundial para Verón", declaró Maradona. El técnico sabe muy bien lo que significa Sudáfrica para la Brujita. A sus 35 años, será su último Mundial. Y además, su última oportunidad para reivindicarse de las duras críticas que recibió en el de Corea y Japón de 2002.