Stuttgart. El Barcelona consiguió un buen empate en el partido de ida de los octavos de final en su visita al Stuttgart (1-1), en un partido donde los blaugrana no estuvieron cómodos al no poder desplegar su juego habitual debido al empuje de los alemanes, que sorprendieron al vigente campeón de Champions en una eliminatoria que se decidirá en el Camp Nou.

Una presión asfixiante por parte del Stuttgart, que no desapareció hasta los minutos finales del encuentro por puro cansancio de sus jugadores, evitó que el Barcelona pudiera desplegar sus armas. El toque, la creatividad y la visión entre líneas brillaron por su ausencia en los hombres de Guardiola, quien estuvo nervioso todo el partido desde la banda.

El Stuttgart de Gross está demostrando en la Bundesliga que tiene plantilla para estar arriba, y que su pájara larga y monumental era psicológica. Ayer, ante los culés, conscientes de que la calidad no era pareja, tiró de físico y entrega para llevar el partido a su terreno. Con Xavi quizá falto de ritmo, y con Iniesta en la izquierda, los jugones fueron más fáciles de controlar.

Pese a ello, Messi se mostró activo al inicio y sólo un resbalón evitó que finalizara una jugada marca de la casa. Sin embargo, el gran peligro fue teutón y llegó en rápidas contras que pillaron desprevenida a una avanza y un tanto lenta defensa blaugrana. Cacau, con confianza tras los cuatro goles endosados al Colonia, fue una pesadilla para Márquez, incapaz de alcanzarle en carrera.

Gebhart y Khedira, unas de las perlas de los alemanes y que podrían estar en el Mundial de Sudáfrica, movieron el juego alemán y no dejaron cómodo al Barça. A base de centros laterales, los locales asediaron el área de Valdés y, en el minuto 26, pusieron el 1-0 en el electrónico. Cacau, a centro preciso y duro de Gebhart, batió a Valdés ante el salto inútil del capitán Puyol.

El Barcelona, ausente en el campo, sufrió más que nunca en esta temporada y no se fue al descanso con un resultado peor porque los alemanes no supieron definir.

La aparición de Ibrahimovic A los seis minutos de la reanudación, cuando parecía que la dinámica iba a ser la misma que en la primera parte, apareció en cambio el sueco Ibrahimovic para igualar la contienda y meter al vigente campeón en el partido. Un centro lejano de Busquets llegó con algo de fortuna a Piqué, quien se la puso de cabeza a Ibra para que éste empalmara una volea con el interior del pie derecho. El balón se estrelló en el pecho de Lehmann, quien ya no pudo hacer nada con el segundo disparo del sueco, que empató el encuentro y metió al equipo blaugrana en la pomada.

Al Stuttgart le sentó el gol como un jarro de agua fría, aunque dispuso de algunas ocasiones para volver a adelantarse, como un tiro cruzado de Khedira desde la frontal del área. De hecho, con un partido más loco de lo deseado para el Barça, el balón pudo entrar en cualquiera de las dos áreas. En la de Lehmann, que hizo una de las suyas al ir a por un balón raso tirándose a lo Karate kid ante un pasivo Puyol, con una ocasión de Ibrahimovic que sacó Molinaro, bajo los palos, con el brazo y, en el área del Barcelona, Valdés estuvo providencial ante Marica.

No pudo completar la remontada el Barcelona, y más bien evitó irse con una derrota que no hubiera sido injusta. Ahora toca ganar.