bRILLAN con luz propia. Han llegado incluso hasta lo más alto. En algunos casos, como el de la montañera Estitxu Salinas, de forma literal. La gasteiztarra paseó el pasado verano por los 8.201 metros de la cima del Cho Oyu y se convirtió así en la primera alavesa en hollar un ochomil. Un éxito sin precedentes. No ha sido el único del deporte femenino provincial.

No en vano, este año ellas han sido principalmente las protagonistas. Las féminas han firmado las grandes gestas del deporte alavés. Unas son jóvenes promesas, otras ya están consagradas en la élite, también las hay quien tienen la suerte de hacer coincidir su pasión por la naturaleza con su actividad deportiva, mientras que en otros casos su afición por el deporte le ha llevado a cambiar la disciplina en la que fue una de las mejores del mundo para brillar ahora en otra modalidad de equipo.

Ellas son la vallista Larraitz Bergara, la luchadora Maider Unda, la montañera Estitxu Salinas, la jugadora de balonmano Eli Pinedo, la todavía karateka a tiempo parcial, pero ahora jugadora de rugby en el Arabat Gaztedi, Zuriñe Eciolaza, las halteras Igone y Eider Ruiz de Azúa y la gimnasta Alba Alburquerque. Números uno. Un lujo. Y hay más. Ahí están los casos de Marta Tudanca (plata en el europeo sub"20 y en el mundial sub"19 de baloncesto) y de Adriana Barrena (campeona del mundo de pádel sub"18).

Ellas han tomado el testigo de otras deportistas de élite que en su día llevaron el nombre de Álava por todo el mundo. Y es que pese a ser una provincia pequeña, Álava no sólo ha tenido deportistas masculinos de renombre mundial, sino que en categoría femenina también se ha podido presumir de tener primeras figuras en todo tipo de especialidades.

Ahí están los casos de las atletas Blanca Lacambra y Maite Zuñiga, la cuatro veces finalista olímpica en gimnasia rítmica Almudena Cid, junto a sus compañeras, las niñas de oro de los Juegos de Atlanta de 1996, Tania Lamarca, Estibaliz Martínez y Lorena Guréndez, o entre otras muchas, Jaione Ayastuy, campeona del Mundo de vela.

Ahora es el turno de ellas. Brillan a nivel individual y en deportes de equipo. Sin embargo, no siempre su esfuerzo tiene la recompensa que ellas consideran justa. Pese a que creen que cada día hay más igualdad, aún ven ciertos agravios comparativos con el deporte masculino. Por eso, algunas piden mayor igualdad.

eli pinedo

"Sienta mal la desigualdad, pero la cosa va cambiando"

Eli Pinedo ha sido la última en añadir un nuevo éxito al deporte femenino alavés. La amurrioarra, que el año pasado se hizo con la medalla de plata en el Europeo de balonmano de Macedonia, acaba de llegar del Mundial de China en el que la selección española ha conseguido un histórico y brillante cuarto puesto. A un paso de las medallas. La jugadora del Itxako, al menos ve con cierta esperanza el cambio que se está produciendo en la sociedad. "La cosa va cambiando lentamente, pero todavía hay que pelear mucho para que se produzca esa igualdad. Sienta mal que pase esto, pero al menos se nota un cambio".

La alavesa no entiende esta discriminación que se produce en ocasiones. Una falta de equilibrio que en su opinión también se ve a diario en los medios de comunicación. "Lo importante es que consigas para tu país una medalla, y no si eres chico o chica. Sin embargo, lamentablemente tiene más repercusión lo que hacen ellos", explica.

Un trato diferente. Injusticia a su modo de ver. Más aún, cuando el espectáculo que ofrecen unas y otros no es tan diferente. "Es un balonmano algo distinto. El nuestro es más técnico y dinámico y el de ellos más de fuerza, pero cada balonmano tiene su encanto y espectáculo damos los dos", concluye.

zuriñe eciolaza

"También hemos demostrado que tenemos fuerza"

Si alguien pudiera pensar que ellas son el sexo débil es que no conoce a Zuriñe Eciolaza. Y es que a la gasteiztarra, tres veces campeona de Europa de karate, subcampeona del Mundo en una ocasión y un sinfín de títulos en los Campeonatos de España que ni se acuerda, fuerza le sobra.

La vitoriana es ahora una de las referentes de un intratable Arabat Gaztedi. La fortaleza que exhibió en su día en el arte marcial la traslada ahora al rugby. Intratable en uno y otro deporte, Eciolaza deja bien claro que las chicas son guerreras y que por cuestión de fortaleza física no deben ser menospreciadas. "También hemos demostrado que tenemos fuerza". No en vano, ella durante muchos años ha entrenado junto a chicos de su peso, a los que sin lugar a dudas habrá dejado K.O. en más de una ocasión.

Eciolaza, a diferencia de Pinedo, cree que el trato de la prensa con ella ha sido similar al que han tenido sus compañeros masculinos. "A mi la prensa me ha tratado muy bien y es algo que tengo que agradecer", asegura la tercera línea del Gaztedi.

estitxu salinas

"En mi caso he tenido más repercusión por ser mujer"

El caso de Estitxu Salinas es diametralmente opuesto al de todas sus compañeras. A ella, el hecho de ser mujer le ha favorecido más incluso que de haber sido un chico. Así lo reconoce la montañera vitoriana. "En Álava hay muchos y muy buenos montañeros hombres que hacen lo mismo que yo y sus logros muchas veces pasan desapercibidos, pero en mi caso por ser mujer he tenido más repercusión", se sincera.

El hecho de ser la primera alavesa en ascender un ochomil le llevó a ser portada de los diarios alaveses el pasado verano. Una pionera, que se mostró sorprendida por el eco que tuvo en los medios su ascensión al Cho Oyu. "No lo esperaba la verdad".

Estitxu Salinas quiere dejar claro que por haber generado más información que compañeros de cordada como Gorri o Jon Fernández no es más que ellos. "No soy ni mejor ni peor. Estoy contenta por haber subido y encima ser la primera alavesa pero sin más", aclara.

Eso sí, la gasteiztarra quiere dejar claro que "todos sufren por igual" y critica que en otros deportes el tratamiento no es justo. "Somos personas, ni hombres ni mujeres y es una pena que generalmente los equipos masculinos acaparen toda la información", lamenta.

maider unda

"No es justo el desequilibrio que hay con los premios"

Quinta en los pasados Juegos Olímpicos de Pekín, bronce en el pasado Mundial de Dinamarca y once veces campeona de España de lucha, Maider Unda ya no es "una pepito grillo" como ella misma asegura. Con una carrera afianzada a sus espaldas, la pastora de Olaeta lamenta que entre la base no se siembre del mismo modo entre el deporte femenino y el masculino. "Es una cuestión de educación y de hacer el mismo esfuerzo con unos y otros".

Aunque en su deporte, al ser olímpico, las becas y las ayudas son iguales tanto para los chicos como para las chicas, lamenta el tremendo desequilibrio que se produce en otras especialidades deportivas. "Lo de los premios es injusto. En ciclismo, el ganador del Giro por ejemplo se lleva diez veces más que una chica y lo que pasa en el fútbol es peor incluso", apunta.

La luchadora ve complicado que se revierta esta situación y haya igualdad a la hora de repartir los premios. "Está difícil y habría que trabajar mucho".

larraitz bergara

"En el pasado Mundial, las chicas salvaron la papeleta"

Es una de las más firmes promesas del atletismo provincial. Campeona de España junior en 400 metros vallas, 12ª en el Europeo y 5ª en el Campeonato de España absoluto a sus 19 años, Larraitz Bergara entiende en cierta manera que los hombres puedan tener algo de mayor repercusión mediática. "Aunque los dos hacemos lo mismo y puede ser igual de atractivo y espectacular, siempre va a tener más tirón el hombre más rápido del mundo o el que más lejos y alto salta y esos son siempre chicos".

Pese a todo, la vallista del Atlético San Sebastián, quien estima que el atletismo femenino "está creciendo mucho", reivindica el hueco que deben tener las mujeres y más después de lo que pasó el pasado verano en los Mundiales de Berlín. "La participación de las mujeres fue mejor y fueron ellas las que salvaron la papeleta de la selección española".

igone ruiz de azúa

"La halterofilia es minoritaria y casi no hay diferencias"

Entre las deportistas alavesas de élite también hay hueco para las sagas. Ahí están Eli y Patricia Pinedo en balonmano. Ambas actúan en el Itxako navarro. No es la única estirpe familiar practicando deporte a un muy alto nivel. En halterofilia, el apellido Ruiz de Azúa es sinónimo de éxitos. Las hermanas Igone y Eider han cosechado un sinfín de triunfos esta pasada campaña. La primera, la mayor de ellas, a sus 19 años ha conseguido el oro en el Campeonato de España junior y en el absoluto universitario, mientras que la benjamina se hizo con tres platas en el Estatal sub"17.

Igone considera que su deporte tiene tan escasa repercusión entre los medios de comunicación que es imposible que se produzca cualquier agravio comparativo. Su queja es que casi ni salen. "La halterofilia es tan minoritaria que casi no hay diferencias entre lo que pasa entre chicas y chicos", apunta.

alba alburquerque

"Mi sueño es poder participar algún día en unos Juegos"

Por detrás llega también pidiendo paso la gimnasta Alba Alburquerque. La representante del Beti Aurrera ha sido subcampeona de España a sus 14 años y, desde luego, tiene por delante un futuro más que prometedor.

La inagotable cantera de la gimnasia alavesa sigue dando sus frutos y la joven Alba es uno de sus diamantes en bruto. Ella sueña con seguir el camino abierto en su día por Paula Orive, Almudena Cid, Tania Lamarca, Lorena Guréndez y Estibaliz Martínez. Por ello trabaja muy duro. Muy, muy duro. Es ambiciosa. Sueña con unos Juegos Olímpicos. "Sé que está muy difícil, pero estaría bien poder participar".

Es inconformista. Sus retos son brillar en los próximos campeonatos de España para ser algún día como su ídolo, la ucraniana Ana Besonova. Trabaja para ello. Es el sueño de una joven gimnasta que a día de hoy no entiende de discriminaciones y sólo está centrada en disfrutar de un duro y exigente deporte como es la gimnasia, que ella ve que "cada día está mejor". Es el futuro. Un futuro esperanzador y brillante. Al igual que el presente.

Un presente, que al igual que la joven Alba y entre otras muchas escriben deportistas de una talla enorme como Maider, Estitxu, Eli, Zuriñe, Larraitz, Igone o Eider. Las campeonas alavesas. Las que están en primera plana.