SE ve de largo que este CSKA de Moscú no tiene nada que ver desde el punto de vista de EQUIPO con lo que ha formado Ettore Messina los últimos años. Individualmente el talento de jugadores como Holden, Siskauskas o Langdon está fuera de toda duda. Pero a nivel de equipo, es decir, juego posicional, jugadas de estrategia, salidas de presión, resolución de problemas a lo largo de los partidos, movimiento de banquillo, etc... se ve un equipo menos trabajado y con menos opciones. Pero eso no quita para que deje de ser un gran conjunto. En el haber del CSKA está que el quinteto titular que puede formar es uno de los mejores de la competición y muy experimentado. En su debe está que no tiene tanta profundidad de banquillo como antaño y que Ettore ha fichado por el Madrid. En lo que respecta al Caja Laboral, vi un equipo con falta de dirección. Singletary es un recién llegado y le faltan entrenamientos de calidad (con las lesiones que asuelan al vestuario baskonista es muy difícil crecer como equipo ya que hay que rellenar con juveniles los entrenos y los que están sanos intentarán no forzar en exceso para no sufrir ningún percance fortuito) para acoplarse a sus compañeros. No es la situación ideal para asentarse en el equipo. Y Pau Ribas se limita a subir el balón y marcar sistema. No dirige. Hasta el día de hoy, ninguno de los dos son jugadores capacitados para buscar soluciones en los momentos calientes de final de partido o de posesión. La diferencia que estriba entre este encuentro y el que disputaron contra el Maccabi es que contra los israelitas teníamos a Huertas, que a pesar de no estar al cien por cien, le dio otro sentido al juego colectivo. Es por ello por lo que se le fichó. Otras cosas que podemos destacar del encuentro contra los moscovitas es que Teletovic cuando ve desorganización hace tiros forzados sin leer las defensas. Me fijé en un Dusko muy tensionado. Seguro que no lo está pasando bien ya que es un entrenador que no juega con las excusas. En otras épocas, teniendo seis jugadores sanos era capaz de hacer resultados increíbles en canchas dificilísimas. Pero eran otros tiempos y otros jugadores. No me gustaron los múltiples contraataques en superioridad de tres contra uno que acabaron en mate de Kaun, mientras el resto estaba en zona de ataque. Siguen sin tener muy claro qué hacer cuando se mete el balón al poste bajo a Splitter. En la mayoría de los casos el defensor del pasador (que se quedaba estático en el mismo sitio) logró robar el balón al brasileño. Con Barac en el poste alto y Splitter en el poste bajo con balón, el defensor de Stanko se descuelga al centro como si hiciera zona 2-3 y de esa manera para Tiago es difícil progresar hacia canasta. Está claro que hay muchas cosas por mejorar pero también noté una gran entrega y mucha intensidad en los jugadores baskonistas hasta acabar fundidos. A pesar de estar como están, nunca bajaron la guardia y compitieron hasta el final. Y eso es buena señal.