Aunque parezca mentira teniendo en cuenta la lluvia de estos días, a la Banda Municipal de Música de Gasteiz todavía le resta algún concierto de su programación estival al aire libre. Sucederá así este viernes en el Jardín Secreto del Agua. Con todo, la actualidad de la centenaria formación de la capital alavesa pasa ya por una nueva temporada de abono, que este miércoles vuelve a citarse con el público en el Palacio de Congresos Europa. Eso sí, quien no tenga ya su entrada en la mano, va a tener que esperar a otra ocasión. Está todo vendido.
Es una tónica que se repite tras el cierre del Principal, sobre todo teniendo en cuenta que la agrupación volvió a quedarse sin abonos para la actual campaña nada más sacarlos a la venta. El público está respondiendo de manera más que positiva a las propuestas de la agrupación, de eso no hay duda. Así sucede con Susurros nocturnos, el programa que este día 24 se va a poder escuchar y compartir desde las 19.30 horas, bajo la batuta de Iker Olazabal y con la presencia del clarinetista Lander Fernández como solista.
Del Prestige a Frankenstein
Bajo el título elegido para este segundo programa de la actual temporada de abono de la Banda se esconde la intención de llevar al oyente a un viaje íntimo por paisajes sonoros que discurren entre lo misterioso y lo evocador, según describe la concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera. Para ello, la Banda se sirve de cuatro firmas diferentes.
Del compositor residente este curso, Johan de Meij, se presenta Trittico Eclettico, para cuya interpretación va a ser imprescindible el trabajo de Fernández, que por segunda vez desde que forma parte de la agrupación, va actuar como solista. “Esta obra es técnicamente más difícil”, sonríe el intérprete, consciente de un reto que le produce “nerviosismo del bueno”. Así se van a escuchar piezas que hablan de “ecos de antiguas leyendas, ráfagas de humor irónico y pasajes de solemnidad casi etérea”, según la Banda.
El concierto, de todas formas, se abre con The Ambitious Plan, de José Alberto Pina, que “va tejiendo un relato de ambición y dudas interiores utilizando un lenguaje rítmico y colores orquestales cambiantes para sugerir el pulso inquieto de un sueño que crece en la oscuridad”.
Tras esta composición y la de Meij, llegará Mary Shelley Meets Frankenstein: A Modern Promethean Tango, de Erika Svanoe –que describe un encuentro dramático entre la creadora y su criatura–, para cerrar el camino de la mano de Antón Alcalde Rodríguez y su Marea negra, compuesta a raíz del desastre del Prestige.