El cartel de completo no anda lejos. Todo hace indicar que este domingo, el escenario del centro cívico Zabalgana vivirá un lleno absoluto. En sus tablas cobrará vida Miradas cruzadas, la última propuesta de Arai Danza. Un montaje que, desde su estreno el pasado mes de marzo en el marco de Auzo Eszena, no para de dar buenas noticias a sus responsables. La última llega en forma de premio. La Diputación Foral de Álava va a distinguir a la asociación cultural con el galardón BeBai a las buenas prácticas en los servicios sociales.
Además, al margen de irán llegando nuevas representaciones en breve, también se está desarrollando un programa piloto en centros escolares para dar a conocer el trabajo creativo e interpretativo que realizan los bailarines con discapacidad intelectual que conforman este proyecto. “Nuestra intención es movernos mucho”, sonríe Arantxa Gago, quien junto a Ainhoa Gago es responsable de la dirección artística y de la coreografía de esta pieza.
Hablar de uno mismo
El camino que ambas llevan desarrollando en Arai tiene ya mucho recorrido, aunque “siempre hemos creado espectáculos sobre distintos temas, pero un tanto ajenos a ellos”. Así que el planteamiento en este caso ha sido que los 16 intérpretes hablen y se expresen sobre cómo ven el mundo y cómo son vistos por la sociedad.
“Son bailarines con discapacidad intelectual que expresan qué sienten. Pero es que todos tenemos, al final, las mismas emociones”
La pieza es la respuesta dada por Irene Aguirreurreta, Ariane Bustinza, Uxia Feijóo, Irune de la Morena, Nerea Fernández de Retana, Nerea Urrutia, Aitziber Perea, Izaro Martínez, Maider Alonso, Jon Abad, Laura Cid, Paula Samaniego, Lorena García de Vicuña, Víctor Arillaga, Willi Reguero y Uxue Olano.
“Son bailarines con discapacidad intelectual que expresan qué sienten. Pero es que todos tenemos, al final, las mismas emociones. Todos, en algún momento sentimos soledad, que no encajamos, que buscamos ayuda y no encontramos a nadie”, describe Arantxa Gago.
Ahí está el sustrato de un montaje que este domingo se podrá ver a partir de las 19.00 horas en el centro cívico Zabalgana. De quedar alguna entrada todavía, se puede conseguir a través de la plataforma entradium.com. Así, primero se realizará la obra, después se proyectará un vídeo realizado por el artista y profesor Juan Arrosagaray y su alumnado de la Escuela de Artes y Oficios, y se terminará con una invitación a participar en un coloquio con los bailarines.
Tres años de trabajo
Convertir en danza lo que uno siente. Dicho así, parece sencillo. De eso nada. “Si cualquier proceso creativo siempre es interesante, con estos chavales es la bomba”. De ahí la realización del citado vídeo, un audiovisual que recoge los diferentes testimonios de cada uno de los bailarines.
Miradas cruzadas es el resultado de tres años de trabajo, tiempo en el que “se han desnudado para hablar de sus vidas, sus emociones, sus pensamientos... demostrando mucha valentía y coraje”. Suben al escenario “a contar su realidad”, a “expresar también su danza, su manera de comunicarse” y conectar con el público. “Todos podemos ir con algún prejuicio pero una vez que los ves bailar, ya está todo dicho”.