Se presenta un sábado intenso en Hell Dorado, que a la una de la tarde recibirá a The Magnetics, para dejarse llevar a la noche por Crap y, por supuesto, por La Excavadora. Txiki, Pela, Buton, Joel Márquez y Alan regresan a una de sus sedes dentro de la gira de su segundo trabajo, Todo es para destruir. Será a las 21.00 horas cuando se abran las puertas del espacio de Venta de la Estrella, quedando todavía alguna entrada disponible.
Se cumple justo ahora un año de la salida de ‘Todo es para destruir’...
–Sí, creo que sí, aunque soy muy malo mirando al pasado. Siempre estoy mirando al futuro.
Es un segundo disco que no deja de ser el primero después de la pandemia y, además, se publicó con el grupo en periodo de cambios. ¿Les está dando todo lo que esperaban?
–Sí, sí. Ha funcionado bastante bien y a la peña le ha gustado mucho. Nos ha servido para casi todo el año tocando. Es verdad que hubo cambios en la formación de la banda un mes antes de presentarlo y eso nos condicionó un poco. Fueron unos momentos un poco difíciles pero nos sobrepusimos bastante bien. Además, encontramos a dos tipos fantásticos para cubrir las bajas que había. No podemos estar más contentos con Alan y Joel. Pero ese momento de cambio nos llevó a no sacar la edición en vinilo del disco. Es algo que mucha gente nos ha venido reclamando, aunque la cosa se ha ido atrasando. Pero eso va a cambiar ahora y, además, con novedades.
¿Y eso?
–Hemos grabado cuatro temas nuevos. Ahora estamos ultimando las mezclas y vamos a hacer una versión extendida de Todo es para destruir que solo se va a poder conseguir en vinilo. Así que tras la adaptación de los nuevos, ya estamos levantando la cabeza más fuertes que nunca. No va a tardar mucho en salir el vinilo.
Estas cosas ya casi no se hacen.
–Ya, pero ¿sabes qué pasa? Son tiempos de originalidad máxima. Parece que todo el mundo va haciendo lo mismo y nosotros vamos a tratar de ser un poco originales al respecto. Vamos a reflejar en esa edición de vinilo todo lo que ha sido La Excavadora en el último año. No queremos que sea solo un disco, sino que también sea un reflejo de las vivencias de la banda y de su cambio de sonido, que ahora todavía es hasta más duro, un poco más rock y más metal. Vamos a ver qué tal sale (risas).
Más allá del trabajo que se hace en el estudio están los directos y si algo es La Excavadora es carne de escenario.
–Para nosotros no es solo ir a dar un concierto. Lo que nos encanta es toda la ceremonia. Salimos del local y ya vamos rockeando hasta que llegamos al sitio donde tocamos. Hay un montón de gente que se acerca a las pruebas de sonido a saludar porque sabe que hay fiestilla (risas). La verdad es que estamos muy contentos con la recepción que ha tenido desde el principio La Excavadora. En 2023, por ejemplo, ha estado guay tocar en algunos festivales en los que nos hemos encontrado con gente que no nos conocía. Ha habido muchos que después de vernos en directo se han declarado fans de la banda. Me encanta cuando ves en un directo que la gente se queda con la boca abierta como diciendo: ¡Vaya grupo! ¿Pero de dónde han salido estos tipos?. Es lo que más me mola porque ves que te estás ganando seguidores al momento. En 2023 ha habido mucho de eso.
Este sábado es casi tocar en el salón de casa.
–Bueno, esta es una banda internacional (risas). Tenemos la base del grupo en Agurain pero de Gasteiz solo estoy yo. Luego tenemos gente de Navarra y Bizkaia, así que ya te digo, somos internacionales.
Si algo caracteriza las letras de la banda es ese punto divertido y crítico. Seguro que esos cuatro nuevos temas van por ahí. Lo cierto es que esta realidad no les deja de dar buenos argumentos.
–Tienes razón. En el mundo está empezando la Tercera Guerra Mundial. Si eso ya se reflejó en la canción de Mi Novia y Yo Odiamos a la Humanidad, volvemos a hablar de genocidas y de hijos de puta en general. Apuntamos muy claramente. Tenemos, por ejemplo, uno directamente para el jefe de los genocidas sionazis. Es que no lo podemos evitar. Todo lo que pasa nos impregna, eso es así.
¿Planes para 2024?
–Todavía se están cerrando cosas pero la idea es, en primavera, hacer gira por salas del Estado. Además, luego tenemos varios festivales muy chulos. Algunos ya se conocen, como el Resurrection Fest. Pero bueno, hay eventos de verano que todavía tienen que dar a conocer sus carteles y se irán conociendo más fechas poco a poco.
Ahora comparte el camino de La Excavadora, Víctimas Club y el proyecto de Marky Ramone. ¿Es mucha locura?
–Cada vez lo voy llevando mejor. Estuve hace nada de gira con Marky y con las Víctimas y no he podido ir a ensayar con La Excavadora hasta hace una semana. Pues fui sin haber practicado nada ni haberme escuchado los temas y me salió todo muy fluido. A día de hoy puedo decir que le estoy pillando el punto bastante bien. El mes que viene me voy de gira otra vez con Marky y tampoco pienso estudiar nada. Lo tengo todo interiorizado. Soy una máquina (risas).
¿Todo aporta, tanto los proyectos actuales como los pasados o cada cosa es diferente?
–Sí, sí. Todo suma a su manera. Yo aporto de una manera a cada grupo y cada proyecto me aporta a mí a su manera. Cuando las cosas dejan de aportar, me da por abandonarlas. Ya estoy un poco mayor para empezar bandas nuevas, así que intentaré quedarme con La Excavadora y con las Víctimas durante una larga temporada (risas). l
