Un nuevo proyecto nacido de la unión de viejos conocidos de la escena. En plena pandemia, La Escavadora se puso en marcha y en muy poco tiempo, y a pesar de las dificultades por la situación general, consiguió hacerse un hueco más que importante. Ahora llega su segundo disco, un 'Todo es para destruir 'que verá la luz el 9 de marzo. Pocos días después, la banda nacida en Agurain empezará su nueva gira, en la que se podrá conocer, además, a los nuevos componentes del proyecto.

La banda nació en un momento muy complicado y aún así ha conseguido hacerse un camino más que interesante.

La verdad es que salimos en la peor época que te puedas imaginar para sacar una nueva banda de rock. Lo que pasa es que, al final, supimos pillar el viento a favor. Fuimos la única banda que salió en aquellos momentos con aquella fuerza. Estaba todo el mundo como muy parado en cuanto a sacar discos y demás, y nosotros lanzamos nuestro primer álbum con toda la fuerza. Fue como un soplo de aire fresco en medio de toda la mierda de la pandemia. Nos supimos aprovechar de lo que en teoría era problemático y la verdad es que estamos contentos. Hemos hecho un montón de conciertos, nos ha conocido muchísima gente y el balance es muy guapo, muy potente, eso es así.

"Estaba todo el mundo como muy parado y nosotros lanzamos nuestro primer álbum con toda la fuerza. Fue como un soplo de aire fresco en medio de toda la mierda de la pandemia"

Llega un segundo disco con novedades en la formación. ¿Qué aportan los últimos en llegar?

Estamos todavía por ver. Estamos puliendo el repertorio. Lo cierto es que se han adaptado los nuevos de una manera muy brutal. Sonamos igual de potentes que siempre o más, me atrevería a decir. Tenemos ganas de empezar a escribir música juntos y ver qué sale realmente. Ahora mismo estamos currando el sonido que ya teníamos, pero será en lo que escribamos a partir de aquí donde veamos qué aportan. Hombre, Joel Márquez y Alain Díez son musicazos y todo pinta muy bien.

¿Ellos no han estado en la grabación del disco?

No, la grabación se hizo con la formación original, los que montamos el grupo. Ahí hubo ciertas tensiones que acabaron con la salida de Ángel y de Mikel. Es una pena porque éramos una buena pandilla de colegas, pero como banda no funcionábamos. Internamente era un poco jaleo. Pero bueno, estamos contentos con la nueva formación, así que, hacia delante.

Bueno, llegan once canciones que son todo un trallazo.

Eso esperamos. Todavía no tengo la perspectiva suficiente para mirar al disco. Lo grabamos en octubre y casi no lo he vuelto a escuchar por completo. Ahora cuando salga, habrá pasado un tiempo y ahí sí tendré la distancia suficiente para saber si está guay o qué leches pasa (risas). Pero yo creo que está muy bien.

"Hubo ciertas tensiones que acabaron con la salida de Ángel y de Mikel. Es una pena porque éramos una buena pandilla de colegas, pero como banda no funcionábamos"

Lo que no se va a encontrar el personal es baladas, eso seguro.

(Risas) Bueno, no te creas, que intentamos hacer una balada.

¿En serio?

Sí, sí, con la de Hoy vuelvo a ser persona y al final nos quedó ahí un rollito Monster Magnet superchulo. Pero iba para balada, lo que pasa es que salió otra cosa (risas).

Hay en las letras ciertos toques de humor, mucha mala leche, crítica, acidez... ¿Qué quiere contar este nuevo disco?

Tenemos en mente que salimos a tocar los sábados por la noche, que los primeros que queremos pasar un buen rato somos nosotros, pero no por eso vamos a dejar de cagarnos en dios y contar todas las cosas que nos molestan. No hay grandes pretensiones con las letras: un poco de diversión y un poco de cagarse en todo. Como tiene que ser en una banda de rock and roll, vamos.

"Los primeros que queremos pasar un buen rato somos nosotros, pero no por eso vamos a dejar de cagarnos en dios y contar todas las cosas que nos molestan"

Madrid el 17 de marzo y Bilbao al día siguiente son las primeras fechas ya confirmadas.

Y a partir de ahí, tocar todo lo que se pueda. De hecho, ya hay un montón cerradas de fechas por diferentes capitales que iremos anunciando. Por supuesto, en Gasteiz haremos una presentación chula.

Es que La Excavadora es carne de directo sí o sí.

Sí, sí, ya estés arriba en el escenario o debajo. Pero bueno, como te decía antes, es que es lo que tiene que ser una banda de rock and roll. El estudio a veces es un mal necesario para el rock and roll. Lo digo porque te pones muy serio y te centras mucho en cosas que, en realidad, tampoco son tan importantes. Como dice Mick Jagger, es solo rock and roll.

Con los dos discos, ya hay repertorio para conciertos más largos...

Tampoco vamos a hacer conciertos más largos. El repertorio va a ser ahora más potente, eso sí, sobre todo porque vamos a coger lo que nos parece mejor de los dos discos. Ahora podemos jugar de muchas maneras con la lista de canciones. Pero si los Ramones, en el 76, tocaban 25 minutos, ¿quiénes somos nosotros para tocar hora y cuarto? (Risas) A mí me gustan los conciertos que sean de 50 o 55 minutos. Me parece la duración perfecta. Se trata de no dar la chapa, que sea como un ataque relámpago.

"Todo el grupo opina sobre las letras y no hay mucho espacio para paranoias personales. Es una cosa más de cuadrilla, que de cantautor"

Varias de las canciones llevan su firma como autor de las letras. ¿Es igual componer para La Excavadora que para los otros proyectos de Pela?

No es lo mismo ni de coña. Aquí intentamos utilizar un lenguaje muy llano, sencillo. Todo el grupo opina sobre las letras y no hay mucho espacio para paranoias personales. Es una cosa más de cuadrilla, que de cantautor, si lo quieres decir así. Todo el grupo se tiene que sentir identificado con las letras. En otros proyectos igual me voy yo para mi esquinita y o me sigues el rollo o me dejas en paz (risas). La Excavadora es diferente en este sentido.

Ya ha salido un primer tema, ‘Aún queda un sitio donde huir’. ¿Qué reacción les está llegando?

Muy buena onda. Es una canción, además, que no tiene mucho que ver con el resto del disco. Es lo que hay que hacer. Un colega siempre me decía que la canción más diferente había que ponerla la primera (risas).