Desde los dieciséis años lleva Kiti Mánver entre camerinos de teatro, cine y televisión, más de cinco décadas de trayectoria que ayer distinguió, con una Espiga de Honor, la 68ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci): “Estoy viviendo una vejez dulce”, afirmó.
Y no sólo por esta distinción, sino por los dos papeles protagonistas que ha desempeñado a sus setenta años: El inconveniente en teatro y Mamacruz, la película dirigida por la venezolana Patricia Ortega que ha sido estrenada, fuera de concurso, en la sección oficial del festival de Valladolid.
“Llevo dos seguidas de protagonista, ¡que se jodan!”, espetó durante una rueda de prensa al ser preguntada por el momento que atraviesa una actriz acostumbrada a papeles menores en grandes películas, medio centenar desde su debut en Chicas de club (1970), hasta Mamacruz.
Kiti Mánver (Antequera, Málaga, 1953) agradeció la Espiga de Honor de la 68ª Seminci pero se hizo eco de la responsabilidad que conlleva un galardón procedente de un festival “que tiene casi tantos años como yo”.
“Me produce mucha felicidad pero es una faena porque te hace más responsable de lo anterior y de lo que viene”, resumió antes de alegar en favor de la necesidad de más papeles para las actrices mayores, “que por su edad tienen más vida, experiencia y muchas cosas que contar”.
No es su caso, de plena actualidad en cine y teatro, que en su opinión “no hace justicia” a las actrices mayores en España, “aunque lo importante es que se vaya abriendo un camino para contar con una presencia cada vez más grande: hay mucho que contar desde una perspectiva femenina y de mujer mayor”.
En el caso de Mamacruz, la actriz malagueña interpreta a una abuela que redescubre el potencial del sexo después de muchos años de olvido y que toma plena posesión de su cuerpo para disfrutar, sin falsos pudores, de algo que le pertenece y que forma parte de la normalidad de una persona tenga la edad que tenga.
“Que yo haya hecho dos papeles principales no significa que se haya hecho justicia con las actrices mayores”, insistió Kiti Mánver, recordada en filmes como Habla, mudita (1973) y especialmente en Todo por la pasta (1991).
Manuel Gutiérrez Aragón dos veces, Fernando Colomo, Fernando Trueba, Pedro Almodóvar en tres ocasiones, Enrique Urbizu e Iciar Bollaín son algunos de los cineastas que han dirigido a una actriz de largo recorrido también en teatro, con una treintena de obras desde su estreno en Rosas rojas para mí (1969). – Efe