Francisco Ibáñez, creador de Mortadelo y Filemón, ha fallecido a los 87 años en Barcelona. La muerte del dibujante e historietista ha sido confirmada por la editorial Random House a través de un mensaje de Twitter en el que destacaban su "lucidez, sentido del humor y más de 50.000 páginas con personajes memorables que han hecho felices a un gran número de lectores".

La editorial ha confirmado también que el próximo lunes a las 12:30 horas se hara una ceremonia "abierta al público" en el Tanatorio de Sancho de Ávila de Barcelona.

Ibáñez ha sido el autor español de cómic más reconocido nacional e internacionalmente, después de que el 20 de enero de 1958 publicara la primera historieta de Mortadelo y Filemón, en el número 1.394 de la revista Pulgarcito, de la editorial Bruguera.

Desde entonces ha publicado miles de historietas de los desastrosos agentes, primero en las revistas infantiles de Bruguera y posteriormente en álbumes de aventuras largas, un total de 220, con títulos como "El sulfato atómico", "Valor y...¡al toro!", "La máquina del cambiazo" o "Magín el Mago".

Los grandes acontecimientos del deporte a nivel mundial han sido también motivo recurrente de la aparición de sus aventuras, entre ellas "Mundial 78", "Moscú 80", "Mundial 82", "Los Ángeles 84" "Seúl 88" o "Barcelona 92", entre otros muchos títulos.

Nacido en Barcelona en 1936, Ibáñez fue creador de algunos de los personajes más célebres del tebeo español, ya que además de Mortadelo y Filemón, que muchos de los niños de hoy conocen gracias al cine, fue el padre de Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, de la comunidad de vecinos de la 13 Rue del Percebe o del botones Sacarino, profesión en la que el artista se inició en el mundo laboral.

En febrero del año pasado el Ayuntamiento de Barcelona decidió honrar a Francisco Ibáñez "por su incansable e intensa trayectoria creativa, como referente del mundo del humor y del cómic en nuestro país".

Aficionado a los cómics y el dibujo desde muy joven, Ibáñez cuenta con más de 100 millones de álbumes vendidos, lo que le sitúa como el humorista gráfico español más prolífico y reconocido.