Este jueves, la Casa Garcetas de Laguardia abre una nueva exposición, que en este caso, de la mano de Talka Galeria, va a protagonizar la artista vizcaína Zaloa Ipiña. Hasta el día 30, la creadora presentará aquí una nueva instalación en torno a las lenguas minorizadas, una cuestión que está en la base de buena parte de sus últimas producciones, como se ha podido ver en ocasiones anteriores en Álava.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Laguardia, Juan Celaya Fundazioa y el Gobierno Vasco, el trabajo, más allá de su resolución formal, gira en torno a la idea de puesta en valor de las lenguas minorizadas. “La lengua es la técnica más desarrollada de un pueblo” escribe Txepetx. Y desde ese hilo se construye una reflexión que invita al público a cuestionarse diferentes planos sobre la comunicación de las personas y los pueblos.

Cabe recordar que en 2021, Ipiña ya presentó en Montehermoso su libro Gorreri bisuala, basado en su obra homónima, un proyecto que aborda las lenguas minoritarias, y aunque tiene como eje principal el euskera, la investigación y la herramienta, también aparecen otras lenguas como el gallego, el asturiano, el aragonés, el occitano aranés y el catalán.

A partir de la forma, Zaloa Ipiña realiza lecturas visuales de los motivos históricos que han llevado al euskera a estar en una situación de minorización actual, así como de los aspectos sociales y sociolingüísticos que pueden llevar a las lenguas a la muerte.

En esta misma línea, el año pasado Zas Kultur acogió la exposición Mingainatu, donde, desde metáforas visuales, se planteaba las variables entre conservar (idioma como patrimonio, objeto a salvar como folclorización) y cultivar (desarrollo variable, evolución y co-evolución de la diversidad). Ahora da un nuevo paso desde Laguardia.