El Aitzina vuelve a llenar Mendizorroza con la visita mañana de Ara Malikian
Más allá de lo musical, el festival suma un importante respaldo a su trabajo en torno a la ataxia telangiectasia
Fue en 2015. La tercera edición del Aitzina Folk hizo una apuesta importante al sumar a Mendizorroza como un escenario más del festival. De hecho, el de mayor aforo posible. La ocasión estuvo a la altura. En el polideportivo no entraba ni un alfiler aquel 17 de octubre, más que nada porque sobre las tablas estaba Oskorri despidiéndose del público alavés. Era el final del camino de una formación única. Desde entonces, evento y emplazamiento se han ido reencontrando, a pesar de las dificultades en los dos últimos años de pandemia, un cruce de sendas que se repite mañana de la mano de Ara Malikian. Y, de nuevo, el cartel de completo está fijado en la taquilla.
No es esta una cuestión baladí más allá de la importancia de la parte musical. Hay que tener presente que el festival tiene un carácter solidario esencial desde su puesta en marcha para la consecución de recursos económicos que se destinan a la investigación de la ataxia telangiectasia, una enfermedad de las denominadas raras que en Euskadi afecta a dos personas. Es, precisamente, en las citas que se suelen dar tanto en Mendizorroza como en el Principal donde se obtiene un mayor respaldo en la parte económica puesto que son los lugares donde más gente entra, así que el hecho de que el polideportivo esté otra vez lleno va a traducirse en una magnífica noticia en este sentido.
En paralelo a estas consideraciones, por supuesto, está lo musical. Por fortuna, a lo largo de su ya larga trayectoria, Ara Malikian siempre ha encontrado hueco para visitar la capital alavesa. Desde el escenario de Dendaraba en el marco de los Martes Musicales hasta las tablas del Buesa Arena, son varios los lugares que ha conocido el violinista, siempre llenando aforos. Además, no solo ha desarrollado sus proyectos personales, sino que también se ha prestado a colaborar con terceros, como sucedió hace no tanto con la Gasteizko Ganbara Orkestra.
La actuación de este viernes se produce en el marco de The Ara Malikian World Tour, que el artista define como “el resultado de ver crecer a mi hijo, de mi crecimiento a su lado; son todos esos sonidos y melodías que intentan dar forma a lo que he oído y me ha inspirado él y de la vida a través de él. Un encuentro con el niño que no pude ser y habría soñado con ser. Es un homenaje a esos seres que son tan libres como un pájaro libre”.
