Como un paso más de las múltiples y recientes reediciones de la discografía ampliada de The Cure y coincidiendo con su trigésimo aniversario, Universal acaba de publicar una versión deluxe de The Wish, el noveno disco del grupo británico, el más vendido de su carrera gracias a éxitos como Friday I’m in love y High, con sonido mejorado y múltiples inéditos, directos, maquetas y un amplio documental de principios de los años 90.

The Wish, lanzado el 21 de abril de 1992, el día en que Robert Smith cumplía 33 años, es el disco de The Cure que gustó más al gran público que a la crítica aunque nunca ha dejado de ser considerada una banda de culto a pesar de sus ventas y estatus considerables, como ha probado su reciente gira estatal, en la que han abarrotado sus conciertos en Madrid y Barcelona a pesar de no contar con un disco nuevo desde 4:13 Dream, editado hace ya casi década y media.

A la espera de la publicación de su retrasado sine die nuevo álbum, Songs of a Lost World, del que en sus conciertos estrenan nuevas perlas como Alone, Endsong, And Nothing is Forever y A Fragile Thing, los fans del grupo pueden mitigar ese deseo con la reedición de The Wish, trabajo que la banda editó en 1992 tras el éxito de Desintegration. Como si este título fuera una premonición de su conflictivo momento vital, el grupo se vio inmerso en un proceso judicial planteado por su cofundador, antiguo batería y amigo de la niñez de Smith, Lol Tolhurst, que fue expulsado del grupo. Además, su sustituto, Boris Williams, grabó sus últimas baterías con la banda y el teclista Roger O’Donnell fue sustituido por Perry Bamonte.

The Wish, cuyas letras se mueven entre el amor y el desamor, se grabó en unos tiempos agitados para The Cure –tras su anárquica y larga gira mundial, con 111 conciertos en 21 países, su líder llegó a anunciar su separación– aunque su resultado comercial resultó incuestionable, ya que se aupó al número 1 en las listas británicas de 1992 y al segundo en Estados Unidos. Smith llevó a sus colegas a grabar a The Manor Studio, la mansion Tudor propiedad de Richard Branson, por entonces jefe de la multinacional Virgin, y volvió a contar como mano derecha en la producción con Dave Allen, colaborador de Zea Mays en sus últimas canciones.

The Wish abrió aires nuevos a The Cure sin tener que romper en absoluto con su ya establecido camino sonoro. Para muchos fue considerado excesivamente pop, a pesar de la notable presencia de guitarras distorsionadas que Smith calcó del movimiento indie conocido como shoogaze. El espíritu de grupos como Ride o sus admirados My Bloody Valentine resulta obvio en el muro de distorsión y fraseos largos y eléctricos de cortes como Open o en el sonido crudo y con efectos wah wah de Cut.

La personalidad lúgubre y afterpunk de la banda –no gótica, término del que Smith siempre renuncia– pervivía en canciones como esa desoladora historia de amor titulada Apart, con su voz doblada y fantasmal de fondo y guitarras bellísimas y mortuorias, o en la balada monocorde Trust, pero el tirón del álbum lo consiguieron temas más ligeros, bailables y pop como Friday I’m Love, la funky Wendy Time, la casi nueva Dong The Unstuck o su inolvidable A Letter To Elise, carta de promesas rotas con guitarras embadurnadas de pop que emulan a las de New Order y una melodía arrebatadora y preñada de melancolía que rompe en final épico.

Más y mejor

La docena de temas de The Wish se reeditan ahora remasterizadas en los estudios Abbey Road y mejoradas en sonido en esta edición de lujo en su 30 aniversario, disponible en diferentes formatos. Además de su repertorio original, el lanzamiento se dispara hasta las 45 canciones, 24 de ellas desconocidas y 4 nunca publicadas en compacto. Destacan las maquetas del álbum, de sonido menos trabajado, más acústico y oxigenado, y sin tanta oscuridad.

Conviene hacer caso a The Big Hand, bellísima cara b, como This Twilight Garden, y a la rugosa Scared As You. También se incluyen los primeros esbozos de Cut, Wendy Time, High, To Wish…, algunas de ellas instrumentales, junto a múltiples cortes inéditos de duración escasa y sin voz entre los que sobresalen T7, 78, Now Is The Time o Miss Van Gogh, y los cuatro instrumentales mejorados en sonido y editados en el EP Lost Wishes, como Off To Sleep o el marino Uyea Sound.

El lanzamiento de lujo se completa con las remezclas realizadas y ya conocidas del repertorio, ahora agrupadas, y un directo de Cut registrado en París. Le sumas a ello el documental Play Out, ahora en formato HD, que sigue los pasos de la banda por Londres, en actuaciones y apariciones en televisión previas a la grabación del álbum, y el deseo de los fans The Cure se ve cumplido con creces… A la espera de su disco nuevo.