Fue el 9 de diciembre de 2021. El Zadorra iba más que crecido y las compuertas de Ullibarri-Gamboa estaban abiertas. En la calle Presa, las alcantarillas no tragaban agua. Al contrario, la expulsaban porque no podían más. Y en los estudios El Pez veían cómo todo se inundaba, al igual que les estaba sucediendo al resto de vecinos y locales cercanos. Un desaste, por cierto, que a día de hoy se puede repetir en cualquier momento porque tampoco es que se hayan tomando muchas medidas para evitarlo, más allá de que el padre de Alberto y Nando de la Casa sí ha propuesto su propio remedio. “Nos va a servir si la cosa no pasa de los 40 centímetros; pero como sí lo haga, estaremos igual”, dicen ambos creadores, que a pesar de todo, no pierden ni la sonrisa ni el ánimo en ningún momento.

“Con el suelo levantado, me dijo Nando: ‘Alberto, hemos salido de tres quiebras, ¿vamos a por la cuarta?”

Por supuesto, los desperfectos de aquella jornada fueron numerosos y muy cuantiosos en lo económico. Del Consorcio de Compensación de Seguros llegó parte del dinero necesario, más allá de que si no fuera “por algún buen amigo, aquí no estaríamos”. Todo se ha conseguido arreglar, aunque “tenemos unas cuantas pellas que tardarán un tiempo en pagarse”. En ningún momento se pensó en cambiar de sede. Ni, aunque parezca mentira, en cerrar la puerta. “Cuando estábamos aquí con el suelo levantado, me dijo Nando: Alberto, hemos salido de tres quiebras, ¿vamos a por la cuarta? Así que no vamos a tirar la toalla”.

Eso sí, los problemas económicos derivados de aquella situación siguen presentes. Por eso, varias personas cercanas a los hermanos De la Casa se han unido para montar un festival solidario especial que se celebrará el próximo sábado día 8, un encuentro del que ambos no sabían nada y del que se enteraron solo hace unos días. “Una tarde empezó a aparecer mucha gente por aquí y no nos decían para qué. Nos tenían mosqueados”. La sorpresa fue mayúscula. Y Alberto de la Casa lo tiene claro: “son unos hijos de puta, ponlo, ponlo”.

Eso sí, lo dice con una amplia sonrisa y cierta emoción en los ojos. “En un mundo en el que no se entiende más que lo económico, donde todo hay que explicarlo en función de la rentabilidad, resulta que hay otros valores que nos llevan a nosotros la semana que viene a un determinado sitio. Y no es por la pasta, aunque la ruina haya sido por las inundaciones”, apunta el hermano mayor, que describe que de cara a ese evento del día 8 “no nos han dejado ni votar. Cuando vimos el cartel, pensamos que teníamos que tocar con todos. Pero dicen que no nos van a dejar. Lo han planeado durante meses y no nos han dicho nada”.

A disfrutar

Como explican los responsables de la iniciativa, esta nace por “las pérdidas económicas en equipos de música e infraestructura del local” que generaron las inundaciones. “Fueron millonarias” recuerdan los responsables del festival solidario Saliendo a Flote, entre los que se encuentran conocidos músicos de la capital alavesa vinculados de una forma u otra a los hermanos De la Casa, así como personas que acuden a El Pez para formarse en este espacio. También aporta su grano de arena la asociación de vecinos de Abetxuko.

El resultado de sus esfuerzos es un certamen que arrancará a las 18.00 horas y que se desarrollará en las instalaciones de la ikastola del barrio. Allí estarán junto al público intérpretes como la cantante chilena Claudia Morales, el cantautor Ruper Orkorika, Virginia de la Casa Trío, Handicap, Aitona Zittalak Band, El Callejón de Cachán y Elh Malick, entre otros.

“La idea, además de buscar un apoyo moral y emotivo para los homenajeados, pretende recaudar fondos que repercutan en la recuperación económica del estudio El Pez. El artista local Ángel Benito, ha sido el autor del cartel y los diseños del evento, en donde se sortearán lotes aportados por los participantes, en un concierto de puertas abiertas que persigue mantener a flote a los que han luchado durante muchos años por dar lustre a la escena musical alavesa”, según describen los responsables de esta apuesta por la cultura y la solidaridad.

Así que la invitación está hecha a toda la ciudadanía. “Si no nos dejan subir al escenario, tendremos que estar atendiendo a la gente que venga, aunque creo que somos mejores músicos que anfitriones”, ríe Alberto de la Casa. “Solo que hayan tenido esta iniciativa ya nos emociona. Da igual lo que pase ese día”, apunta Nando de la Casa.