El director austríaco Ulrich Seidl ha justificado su ausencia en la presentación de la película Sparta, que compite en la Sección Oficial del Zinemaldia, porque su "presencia en la premier podría ensombrecer la recepción de la película". "Ahora es el momento de que la película hable por sí sola", ha manifestado a través de un comunicado publicado por la productora de la película Filmin, que ha hecho suyas las palabras del director.

La polémica sobre esta película, que aborda la imposibilidad de escapar del pasado a través del protagonista, un hombre con inclinaciones pedófilas, surgió por una publicación de Der Spiegel en la que se acusaba al director y al equipo de ocultar a los menores, actores no profesionales que aparecen en la película, la temática del filme.

En el comunicado, Seidl se muestra "muy agradecido" al director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, "por apoyar Sparta desde el principio, a pesar de la presión mediática y de la repentina e inesperada polémica que ha suscitado". "Significa mucho para mí. Mi impulso inicial fue ir a San Sebastián y no dejar sola la película en la que mi equipo y yo hemos trabajado durante tantos años. Sin embargo, me he dado cuenta de que mi presencia en la premier podría ensombrecer la recepción de la película. Ahora es el momento de que la película hable por sí sola", ha explicado el cineasta.

En su momento, Seidl desmintió las acusaciones vertidas por el periódico alemán con otro comunicado en el que aseguraba que sus películas "no son el producto de la manipulación de actores, de tergiversar la película ante ellos, y mucho menos de someterles a abusos. Al contrario: sin la confianza que construimos durante las semanas y meses juntos, los largos períodos que requieren mis películas serían imposibles de realizar. Tengo el más grande de los respetos por mis actores y nunca tomaría ninguna decisión que pudiera de alguna manera poner en peligro su bienestar físico y mental". Y sobre la grabación de Sparta, concretamente, cuyo rodaje se extendió más de un año, el austriaco asegura que "si los padres hubieran tenido objeciones sobre el rodaje o sobre cómo tratamos a sus hijos, o si los niños se hubieran sentido incómodos con nosotros, no habrían seguido colaborando con nosotros tanto tiempo".

Finalmente, Seidl desmiente rotundamente a la publicación asegurando que explicó "a los padres, uno a uno (con la ayuda de intérpretes), todos los elementos esenciales de la película antes del rodaje. Incluida la ambigüedad del personaje de Eward, el protagonista austríaco, y su relación con los niños".