El primer largometraje de ficción de la directora y guionista de cine laudioarra Estíbaliz Urresola ya está más cerca de verse en la gran pantalla. Y es que ayer dio comienzo el rodaje, planificado para abordarse en ocho intensas semanas, hasta agosto, con la idea de estrenar en 2023. Se trata de la última fase de un proyecto de largo recorrido, a la que la alavesa ha llegado paso a paso, escalón tras escalón, hasta lograr la financiación necesaria.

De hecho, 2021 fue un año decisivo en este punto, ya que de no haberse conseguido el dinero “hubiéramos tenido que desechar cualquier intención de rodaje”, ha reconocido la directora. Sin embargo, no ha sido así ya que a la unión de Gariza Films de Lara Izagirre y la catalana Inicia Films de Valérie Delpierre, se le sumó en enero la selección del proyecto para entrar en el mercado de coproducción de la Berlinale, logrando un nuevo hito: el de ser la única representante española en el afamado foro alemán de coproducción de la industria del cine, de un total de 295 inscripciones, de las que solo 19 lograron pase.

Todo un respaldo a la ópera prima de Urresola, a añadir a las financiaciones ya prometidas por parte de Televisión Española, ICAA, ETB y el Gobierno Vasco, entre otros; sin olvidar que 20.000 especies de abejas participó en 2021 Industry Tallinn & Baltic Events, donde logró el premio Script Poll FIlm Award y en el Foro de Coproducción del Festival Internacional Thessaloniki, donde consiguió 2|35 Post-Production Award.

“Inicia Films entró a principios de 2021, y supuso para mí –directora y guionista– un respaldo y una tranquilidad enorme. De hecho, cuando nos sentamos hablar Lara y yo sobre la posibilidad de entrar en una coproducción o no, era de mis primeras opciones dentro del territorio español, y una de las más afines a nuestro proyecto. La lleva una mujer con una trayectoria inmensa que viene del documental y haciendo unas ficciones con una relevancia destacada que, aunque no sean grandes producciones, sí que están teniendo un gran reconocimiento. Verano del 93 o Las niñas creemos que son películas que podrían tener que ver con el espíritu que impulsa nuestra peli. Sobre todo también nos apetecía un montón trabajar con una mujer y cuando leyó el guion y nos dijo que le interesaba mucho la historia y la forma en la que estaba contada, fue una alegría inmensa”, ha explicado Urresola en torno a un proyecto, que comenzó a fraguarse hace ya tres años cuando fue seleccionado para La Incubadora de The Screen.

Una experiencia a la que Urresola asistió como guionista, directora y productora (Sirimiri Films), y que supuso un antes y un después para el desarrollo de la película, ya que “he conocido a gentes de la industria que de otra forma hubiera sido imposible llegar a contactar, y una especie de máster en términos de producción intenso y muy efectivo”.

Transexualidad infantil

Por lo que respecta al guion, Urresola pudo ultimar “la décima versión y definitiva” en una residencia de laboratorio de guion, del Instituto Mediterráneo de la Filmografía (MFI), que se celebró en Grecia, entre los pasados julio y octubre, gracias a una beca que ganó en el mercado de coproducción, ligado al festival de Tesalónica, que se celebró en 2020 en el Cross Roads Coproduction Market. Del argumento ya ha hablado en anteriores ocasiones cuando explicó que fue el suceso del suicidio de un niño transgénero de Ondarroa de 12 años, en 2018, lo que le impactó de tal forma que optó por desechar el desarrollo de un documental que, por aquel entonces estaba iniciando en una residencia artística convocada por Gariza Films, y cambiarlo hacia la historia de una familia que tiene que confrontar el momento de vivir la transexualidad de su hijo.

"He conocido a gentes que de otra forma hubiera sido imposible llegar a contactar"

Estíbaliz Urresola - Cineasta

Así fue como entró en contacto con la asociación Naizen (por aquel entonces Chrysallis Euskal Herria), para adentrarse en una realidad bastante desconocida. “No di crédito cuando empecé a encontrar no ya niños y niñas de doce, sino de cinco, cuatro y hasta tres años que ya se expresaban en el sexo distinto que se les asignó al nacer y con una rotundidad y una vehemencia impresionantes”, recuerda, quien tuvo muy clara la importancia de visibilizar esas vivencias y, a través del cine, acercar esta realidad al público en general “para que podamos comprender de una forma mucho más natural la transexualidad infantil como una experiencia de diversidad más, porque todos somos diversos en múltiples ámbitos”, subraya.

Experiencias reales

Para hacerlo aún más auténtico, Urresola ha mantenido muchos meses de encuentros con las niñas de la asociación Naizen a fin de que sea una de ellas la que relate su propia historia, aunque la película “en el fondo es un compendio de detalles de muchas historias de muchos otros niños, no la de uno en particular”, ha recalcado. Para hacerse con el resto de menores que participan en el reparto de la película, convocó a principios de año un casting para niñas de entre seis y catorce años, y niños de entre 8 y 10 años; y el pasado mayo hizo lo propio para buscar en torno a medio millar de figurantes en Álava, ya que el rodaje, como siempre ha pretendido Urresola, está teniendo como escenario a Llodio, Amurrio y sus alrededores.

En concreto, la película va a relatar la historia de Lucía, una niña de seis años que ansía la llegada del verano para dejar atrás el hostil clima escolar. Su madre, Ane, está sumida en una crisis profesional y sentimental, y aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. En el pueblo, Ane tratará de ocultar su situación ante todos para desconectar y descansar. Lucía, en cambio, verá las vacaciones como una oportunidad para mostrarse ante todos como la niña que es.

Lo dicho, que las cámaras entraron ayer en acción y ya queda menos para poder disfrutar en pantalla grande de esta historia entrañable y concienciadora, a partes iguales; que a buen seguro reporta a Urresola nuevos premios, tras el Le Rails d’or (Raíl de oro) que obtuvo el pasado mayo en la 61 Semana de la Crítica del Festival de Cannes, por su último cortometraje Cuerdas.