- Tras el breve descanso de estos días, el escenario del Dazz vuelve a ponerse en marcha. Lo hace hoy de la mano de un intérprete que ya sabe lo que es actuar en la capital alavesa, aunque en esta ocasión viene como líder de su formación, Carlos Sarduy. Eso sí, el trompetista cubano va a estar acompañado por dos buenos amigos, además también conocedores de lo que es ser protagonistas en las tablas de la calle Cuchillería, el baterista Michael Olivera y el bajista Yarel Hernández.
En principio, se producirán dos pases, a las 18.00 y a las 20.00 horas, como ya se ha convertido en habitual para el espacio del Casco Viejo a raíz de la pandemia. Para ambos pases, por ahora, quedan entradas disponibles, a 10 euros cada una. A partir de ahí, los asistentes serán testigos de esta conversación a tres bandas en las que las composiciones del músico de La Habana -aunque desde hace ya unos años reside a este lado del Atlántico- marcarán el camino a seguir.
Sarduy, eso sí, no es solo un trompetista de altura cuyo talento se ha dejado ya notar en decenas de discos realizados para o con diferentes proyectos. El también compositor es percusionista y pianista, facetas que desarrolla en el campo del jazz pero no solo, puesto que también sabe dejar que su sonido encuentre huecos en otros géneros como el flamenco, por ejemplo.
Más allá de sus encuentros con artistas como Bebo y Chucho Valdés, Steve Coleman, David Murray y Esperanza Spalding, entre otros, su propuesta como líder viene marcada por esa confluencia entre los sonidos afrocubanos y la esencia del jazz, sin perder de vista la aportación de otros géneros. Así lo podrán comprobar hoy en el Dazz.