Mientras se sigue trabajando en la recuperación del templo gótico y en la puesta en marcha de nuevas áreas, como el espacio de educación que está tomando forma en la calle Cuchillería, la Catedral Santa María no para de recibir visitantes. Es verdad que la pandemia hace que todavía quede camino por recuperar con respecto a los datos de 2019, cuando fueron más de 96.000 las personas que acudieron al espacio, pero, por fortuna, cada vez la distancia con aquellos tiempos es cada vez más corta.
Cabe recordar que, periodo de cierre incluido, en 2020, Santa María pudo recibir a 33.631 visitantes. Como era de esperar, las cifras en este 2021 que acaba de terminar son mucho mejores, aunque todavía se note la influencia de la pandemia, y de la limitación que está suponiendo, sobre todo con respecto a la llegada de personas de otros países. Aún así, han sido 75.482 las visitas contabilizadas, según los datos recogidos por la Fundación Catedral Santa María.
En lo que se refiere a personas llegadas de otros países, y en línea con lo vivido en los años anteriores a la aparición del covid, franceses, italianos y alemanes han sido los visitantes más habituales, aunque no hay que perder de vista que la pandemia hace que el turismo internacional esté lejos de recuperarse, lo que, por supuesto, afecta de lleno al programa Abierto por Obrasque, desde su puesta en marcha en junio de 2000, siempre ha contado con una importante presencia de personas llegadas de otros países que querían conocer el pasado y el proceso de restauración del templo.
En lo que se refiere a los más cercanos, las personas que en mayor número han acudido en los doce últimos meses a la catedral procedían de Madrid, de otras partes del País Vasco y de Cataluña, otra tónica más que habitual en estos dos decenios y pico de recuperación a la vista del público.
Ahora, queda el reto de poder volver a los niveles de antes de la pandemia, a rondar esos 95.000 asistentes que suelen marcar el límite de lo que Santa María puede acoger haciendo compatible las visitas con el trabajo de los distintos gremios que están recuperando el edificio y su entorno. Poder dar esos pasos finales y cerrar un 2022 con números tan altos será el mejor reflejo de que la situación sanitaria va por el buen camino.
De momento, toca ir paso a paso, también en lo que supone la recuperación de la agenda de actos culturales promovidos por el templo. En 2021 se han podido llevar a cabo algunas iniciativas, por ejemplo en formato de concierto, pero han sido excepciones de un panorama marcado por la pandemia.