Pasó hace no mucho por el Iradier Arena para tomar parte en la edición especial del Azkena Rock Festival y, como siempre, el maestro Enrique Villarreal impartió su particular lección de calidad, cantidad y entrega. Y este viernes, de nuevo en Gasteiz, El Drogas ha vuelto a impartir una lección de lo que es subirse a un escenario. Esta vez, ha sido el del Buesa Arena.

Creador incansable, tanto de su etapa en Barricada como de sus diferentes proyectos en solitario se podrían hacer uno y mil repertorios distintos, todos ellos a la altura. En este caso, en unas tablas con miles de personas presentes y teniendo en cuenta el contexto, no ha faltado ni el significativo homenaje a los Cicatriz, con Aprieta el gatillo.

Cantando, a las cuerdas o con lo que sea. Da igual. Pocas palabras pero mucho que decir. Además, en esta última etapa tras la salida de su banda de toda la vida, se ha sabido rodear de un grupo de músicos que saben ser los perfectos secundarios aportando una base muy sólida para que el profesor vuelva a demostrar que no hay nadie como él en la escena del rock estatal. Y el personal, como buenos alumnos y alumnas, se lo ha pasado en grande, coreando, aplaudiendo y siendo consciente de que no hay nadie como el de la Txantrea.