El 5 de agosto debía haber sido el día grande de La Blanca y aunque la pandemia impide que por segundo año consecutivo se vivan las fiestas de la capital alavesa, las propuestas culturales no faltaron ayer a su cita con el público, además contando con el beneplácito del tiempo. Desde las carcajadas con Oscar Terol en el parque del Prado hasta los sonidos de Geraldine en el Jardín de Falerina y el multitudinario concierto de la Banda Municipal de Vitoria en Zulueta, todo el día vino cargado.
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