- La duodécima edición del festival de cortos Korterraza ofrecerá 46 proyecciones y 4 conciertos desde este miércoles hasta el domingo en el Iradier Arena con el propósito de “sacar la cultura a la calle” e “incentivar al sector audiovisual alavés”. Cabe recordar que las citas con la pantalla seguirán siendo gratuitas. En el caso de las actuaciones musicales, las entradas siguen a la venta con huecos para todas las jornadas.
Las proyecciones tendrán lugar a las 22.00 horas, con un especial dedicado al cortometraje alavés el 7 de julio de mano de cineastas del territorio como David P. Sañudo y su último trabajo La colcha y la madre, Caníbales de Mikel Bustamante, Oculto de Imanol Ortiz, El carné de Xabi Vitoria y Dar-Dar de Paul Urkijo, entre otros, que refrendan “el buen momento de la industria audiovisual alavesa”.
Los días 8 y 9 de julio se proyectará “una selección muy potente” de cortometrajes de toda España, a la que se han presentado 983 trabajos, un número similar al de pasadas ediciones a pesar de la pandemia. Además de las películas, Korterraza ha programado cuatro días de conciertos a las 19.30 horas a cargo de A Contra Blues, Willis Drummond, Freedonia, Capsula y Corizonas.
El festival, que ya ha arrancado su periplo por Álava, ofrecerá otras dos sesiones de mano del Korterraza Sensibiliza el 26 de agosto en la plaza del Artium y el Korterraza Txiki el 2 de septiembre en la plaza Zumaia.
Xabier Vitoria, director del certamen, destacó ayer que Korterraza “es mucho más que un festival de cortos” al garantizar al público una montaña rusa de emociones para “reír, llorar, reflexionar o pasar miedo” a través de la gran variedad de géneros con los que cuenta su programa. Remarcó “la complicación de hacer eventos en estos tiempos de pandemia”, así como la oportunidad que supone el festival para “recuperar la cultura en la calle”.
Un festival que, como destacó la concejal de Cultura Estíbaliz Canto, fue el primer evento cultural que se mantuvo el pasado año en plena pandemia y que sirvió al Ayuntamiento de Vitoria para “aprender” a desarrollar los protocolos sanitarios necesarios para celebrar eventos culturales en la calle.