Hace justo doce meses, mientras mucha gente encontraba en la lectura una forma de salir del confinamiento, el Día del Libro se quedó en el limbo. La pandemia impidió que se llevase a cabo cualquier tipo de acción. Un año después, el coronavirus sigue presente, al igual que las medidas de seguridad e higiene que conlleva. Por eso, el Día del Libro se pudo llevar a cabo pero dejando para mejor ocasión propuestas habituales antes, como la feria de libreros locales que tendría que darse este fin de semana. Ojalá en 2022 se esté viviendo otro capítulo mucho más positivo dentro de esta historia.
Con todo, diferentes puntos de Vitoria acogieron a lo largo de la jornada de ayer varios actos, sin perder de vista que las librerías ofrecieron a sus clientes descuentos en sus comprar, algo que en varios casos se mantendrá hoy. Además, establecimientos como Zuloa fueron escenario de firmas de las últimas novedades de escritores como Iban Zaldua y su reciente Panfletario. Estos actos están sustituyendo a las acostumbradas presentaciones, aunque alguna también pudo llevarse a cabo ayer.
Sucedió en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, donde se puso de largo Nuestra ausencia, donde se reúnen relatos escritos por usuarios habituales de la biblioteca de la Florida durante el confinamiento. En el listado hay autores conocidos como el propio Zaldua, Antonio Altarriba, Karmele Jaio, Álvaro Arbina, Txabi Arnal, Juan Ibarrondo, Marisol Ortiz de Zárate y Patxi Zubizarreta.
También Artium, de mano de su directora Beatriz Herráez, estrenó el número 0 de la revista AMA. Zeru bat, hamaika bide, cuya primera entrega está orientada a la reflexión en torno a las prácticas artísticas desarrolladas en el territorio. Además, el museo recuperó la lectura compartida de textos de arte y cultura contemporánea, cita en la que tomaron parte escritores como David Mangana.