- Siempre son una garantía cuando se suben al escenario y para demostrarlo una vez más, Travellin' Brothers acuden este viernes, dentro del circuito Beste bat!, a la sala Kubik. Las puertas se abrirán a las 18.00 horas (el concierto arrancará treinta minutos después), teniendo todavía algunas entradas a la venta por 10 euros cada una.
En principio, este 2021 debería traer un nuevo disco de la banda...
-Estamos en proceso. Ahora nos toca trabajar con los temas nuevos, preparar la grabación y estas cosas. Estamos con ilusión porque siempre un nuevo disco genera ganas. Es sangre nueva para la banda, es renovarse. Pero las cosas siguen un poco raras en el contexto general, así que nos encontramos un poco a la expectativa, tocando los conciertos que nos van saliendo pero sin ver un final definido a este túnel. Estamos surfeando esta situación, como todo el mundo.
¿Sonará algo de ese nuevo disco este viernes?
-Cada concierto es nuevo y tenemos alguna que otra sorpresa preparada, pero no del próximo álbum, entre otras cosas porque todavía las canciones están en proceso. De todas formas, nunca hemos sido una banda de rodar los temas en directo antes de llevarlos al estudio. Nos gusta que cuando presentamos un nuevo disco sea nuevo de verdad.
Desde que se pudo volver a actuar, dentro de lo que cabe, han podido hacer camino. ¿Acostumbrados ya a este formato de actuaciones, con el público sentado, sin moverse, con mascarillas y estas cosas?
-A lo que menos nos acostumbramos y creo que no nos vamos a habituar es al tema de la mascarilla. No ves la reacción de la gente, las caras de quienes están. Al final, nosotros hacemos actuaciones en las que nos gusta conectar con los espectadores y se nos hace un poco difícil verles a todos con el antifaz. Lo de estar sentados no nos preocupa tanto porque estamos acostumbrados a tocar en invierno en teatros, auditorios y locales así. Es un formato que nos gusta, igual que los conciertos con la gente de pie y bailando. Solo que en cada momento, la escucha y la vivencia es diferente, pero igual de interesante. Además, nuestro cantante hace su trabajo muy bien y conecta con la gente esté como esté.
¿Y lo de actuar a las seis y media de la tarde...?
-Bueno, no nos parece nada mal. Aquí, ya lo hemos dicho alguna vez, en ocasiones se hacen los conciertos muy tarde. A nosotros nos gustan las actuaciones, por ejemplo, de calle que se hacen a media tarde o la hora del vermú. Creemos que nuestra música es para todos los públicos y muchas veces preferimos tocar al mediodía que a las cuatro de la madrugada en un festival cuando solo quedan restos de personas. Ahora no, pero en una situación normal alrededor del 50% de nuestros conciertos son en Europa y en muchos países es más normal estas horas. Así que es buena hora y encima en Vitoria, que nos va a permitir llegar a casa a cenar (risas).
Este 2021 llegará el nuevo disco y seguro que están como locos por volver a girar por diferentes países, como decía. Pero, ¿cómo se hace la planificación de un año en el que no sabemos ni cómo vamos a estar la semana que viene, entre contagios, vacunas, olas...?
-La cuestión es no programar o programar a la que salta. Este año toca improvisar, como nuestra música. Somos un grupo bastante organizado que tiene muy claro cómo trabaja. Somos bastante regulares, quiero decir, que somos una banda que cada año y medio o dos saca material nuevo, para hacer una presentación potente dando paso, primero, a una gira nacional y después a otra europea, contando con que cada dos años vamos a Estados Unidos. Tenemos, por así decirlo, una hoja de ruta sobre cómo hacer las cosas. Claro, ahora mismo todo eso es imposible y toca improvisar. En estos momentos estamos tocando por aquí más que nunca. Siempre nos ha gustado dejar aquí dejar más espacio entre conciertos, para dejar crecer la hierba y luego pasar a segarla. Pero en este contexto estamos tocando más de lo habitual por aquí y es algo que también estamos disfrutando, por supuesto. Cuando se pueda volver a salir, allí iremos. Y volveremos a grabar discos fuera como hemos hecho con trabajos anteriores, aunque el más inminente lo vamos a registrar en Euskadi, en el estudio de nuestro teclista Mikel Azpiroz.
Por lo menos, el público está respondiendo. Es cierto que está la limitación de aforos, pero más allá de eso están llenando todas las actuaciones.
-Está respondiendo muy bien y no solo a nuestros conciertos, sino a los de muchos otros compañeros. Es verdad que existe la reducción de aforos y eso puede ayudar, pero también la movilidad está reducida, hasta ayer en muchos sitios no se podía dar servicio de hostelería en los conciertos, existe también las situaciones personales de cada uno... pero aún así ves que la gente se anima. Vemos que hay ganas, que la gente va con mucho interés, que aplaude mucho. Ves a la gente con ganas de pasar página y olvidarse de todo mientras dure tu concierto. El público está respondiendo tanto en cantidad como en calidad. Estamos disfrutando de estos conciertos como si fueran los primeros de nuestra vida porque parecía que no íbamos a poder volver a dar ninguno. Y ahora estamos dando actuaciones que disfrutamos mucho y en los que estamos recibiendo mucho cariño de la gente.