- Casi diez meses después de su estreno en la Berlinale llega a la pequeña pantalla en España a través de Amazon Prime The Roads Not Taken, de la británica Sally Potter, un retrato de un hombre roto por la demencia, interpretado por Javier Bardem, que a pesar de su elenco no consiguió convencer del todo.

Potter, que para su filme tomó prestado del poeta estadounidense Robert Frost el título de una de sus composiciones -The Road Not Taken-, afirmó durante la pasada edición del festival que sin necesidad de conocer el poema, “sólo las palabras” ya dan “mucha información” sobre la importancia de las historias paralelas.

The Roads Not Taken son los caminos descartados o “no escogidos por este hombre”, explicó la realizadora en una entrevista con Efe y otros medios extranjeros. Leo, interpretado por Bardem, sumido en un estado de demencia, vive vidas paralelas, una de ellas en México junto a Dolores -interpretada por Salma Hayek-, mientras su hija Molly, a la que da vida Elle Fanning, se ocupa de él de manera conmovedora.

Potter, que empezó a escribir el guión para esta cinta hace unos cinco años, poco después de la muerte de su hermano en estado de demencia, “quería explorar la mente, que sigue siendo tan misteriosa”.

“Sabemos mucho sobre el cerebro en la ciencia, pero seguimos sabiendo muy, muy poco sobre la mente” y “qué mejor manera de explorarla que a través de la historia de alguien que aparentemente esta perdiendo la cordura”, señaló Potter.

No obstante, agregó, cuando aparentemente está perdiendo el juicio, “está encontrando otra cosa”, los caminos no escogidos, que “existen, paralelamente, al menos en su mente”. “No son recuerdos”, insistió, “son vidas paralelas”, y para el protagonista, “es simplemente la verdad en su mente en ese momento”, son “realidades paralelas”. La premisa del filme, agregó, es que “nunca somos una cosa” y eso es lo que inspiró la estructura de la historia.

Para Bardem, encarnar a “un hombre que lo ha perdido todo” fue un “desafío”, porque “cuando pierdes tu capacidad de razonar, lo pierdes todo”, y al mismo tiempo está esa “lucha por tratar de conectar”. Estas personas tienen momentos de lucidez y es cuando tienen la “necesidad de conectar, aunque los veamos tan lejos”, señaló. “Es doloroso verlo, pero también bonito cuando lo logran”.