- Con la naturaleza como principal fuente de inspiración y como metáfora de una misma, Rozalén lanza su cuarto disco, un viaje entre temas de carácter social y de su índole más personal hacia el interior de la artista hasta conseguir su disco "más reflexivo". "Somos muy cobardes a la hora de ponernos delante del espejo, por eso siempre preferimos dejar los asuntos propios para el después, empezando por mí misma", comentó la artista, quien reconoce que, tras hablar de las historias de su casa, de su familia y de sus raíces, "ya tocaba preguntarse sobre ciertas cosas y solucionar otras que no dejan dormir".

De ahí el título de este cuarto álbum de estudio que se publica este viernes, El árbol y el bosque, tomado de un verso de Luis Eduardo Aute. "El bosque es como el colectivo del que estamos rodeados y el árbol soy yo, que me tengo que mirar hacia mí misma", explicó.

Al igual que lo hicieron en su momento La puerta violeta, contra la violencia machista, y Justo, un relato familiar en pro de la memoria histórica, en este destacan La línea, que habla sobre cómo "hacemos oídos sordos" al problema de la inmigración, o Loba, una "reivindicación al empoderamiento sobre la opresión o sobre la gente que manda callar sin razón". Entre esa colección de himnos sociales que ya atesora María Rozalén se encuentra también Aves enjauladas, que dio a conocer durante el reciente confinamiento.