Pa' chulo mi pirulo, que decía aquel, y para elegante el primer helado que se vistió de frac y se dio en llamar precisamente así: Frac. Pese a su sencillez estética, a la par que elegante, fue un helado revolucionario que en 1989 puso las bases para el posterior desarrollo de la familia Magnum, que acabó adoptándolo, y hoy es una modalidad más de su amplia familia. Los responsables de Frigo buscaban un helado que sobreviviera a la caída de ventas que se producía al final de verano y optaron por este helado de nata envuelto de crujiente chocolate, más puro que el de otros helados de cuidado diseño y dirigido también a un público más adulto. Comerte un Frac era como mirar las revistas que estaban en la parte de arriba de los kioscos de prensa, te hacía sentirte más adulto y comerlo suponía masticar esa sensación. Era también más caro y, claro, cuando se lo pedías a tu aita acababas demasiadas veces con un Frigopie y tan pancho.

Frac

Frigo lanzó el helado de nata cubierto por crujiente chocolate negro en 1989 en busca de un público más adulto que consumiera también helados una vez pasado el verano