Vitoria, 15 abr (EFE).- Los artistas vascos afectados por el parón de la actividad cultural recibirán ayudas de hasta el 70 % sus ingresos medios con un máximo de 1.200 euros al mes, que se quedarán en el salario mínimo (950) en el caso de jóvenes creadores que han empezado a trabajar este mismo año.
Los consejeros vascos de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, han presentado este miércoles una nueva línea de ayudas al sector cultural, dotada de 2,5 millones, aunque no se descarta ampliarla según el número de solicitudes recibidas.
El sector cultural y de creación es "uno de los que más está padeciendo las consecuencias económicas y a nivel de empleo de la pandemia", debido a que "la programación cultural ha quedado suspendida, se han parado decenas de proyectos y miles de personas están sufriendo estas consecuencias", ha dicho Zupiria.
Músicos, actores, técnicos de sonido, artistas plásticos, guionistas, cámaras y gestores de espacios culturales son algunos de los profesionales afectados por el "obligado y necesario" parón de la actividad cultural "de la noche a la mañana".
Un mes después de ese cese "cientos de trabajadores" del sector siguen padeciendo las consecuencias, pero por las especificidades de su actividad no pueden acogerse a las líneas de ayudas generales aprobadas hasta la fecha por el Gobierno Vasco, ha explicado el consejero.
Por ello se ha decidido crear una plan específico para el sector cultural que ha sido posible gracias a la "reorientación" de una de las enmiendas de Elkarrekin Podemos que se incluyeron en los presupuestos de este año para lograr el apoyo de la coalición a los mismos.
Zupiria ha destacado además que el "Programa de apoyo a profesionales de la Cultura" es la tercera línea de ayudas dirigidas de manera concreta a los trabajadores de un sector de la economía, tras las dirigidas a la agricultura y la pesca.
La consejera Artolazabal ha explicado por su parte que el objetivo del programa, que confía en que pueda estar en vigor para finales de mes, es "mitigar el daño" del parón cultural.
Al tratarse de trabajadores con ingresos irregulares y picos de actividad a lo largo del año, para calcular la cuantía de las ayudas se ha tomado como referencia los ingresos medios mensuales recogidos en la declaración de la renta del año pasado.
Así, la ayuda será el 70 % de esos ingresos con un tope mensual de 1.200 euros. En el caso de las personas que se han incorporado este mismo año a la profesión y que por tanto en 2019 no declararon IRPF, la cuantía será la equivalente al salario mínimo, es decir, 950 euros.
Las ayudas tendrán carácter retroactivo desde el momento en que se declaró el estado de alarma y se mantendrán hasta que pueda retomarse la actividad cultural. No obstante, ha precisado Artolazabal, las ayudas se concederán por un periodo máximo de seis meses.
El programa se gestionará a través del Servicio Vasco de Empleo-Lanbide, y tendrá en cuenta actividades vinculadas a la creación, comercio de productos culturales, artes gráficas y reproducción de soportes, grabado, actividades audiovisuales y de fotografía, así como bibliotecas, archivos, museos y patrimonio.
También se contemplan ayudas a los trabajadores de grabación de sonido y edición musical, fabricación de soportes y aparatos de imagen y sonido e instrumentos musicales, traducción y formación de idiomas y educación cultural.
Preguntado por la petición del gremio de editores de Euskadi de ayudas fiscales, líneas de crédito, un bono-libro y una campaña de fomento de la lectura, el consejero de Cultura ha señalado que la pandemia ha generado una "situación inédita que exigirá soluciones inéditas".
El fomento de la lectura y consumo cultural pueden estar entre esas soluciones, ha admitido Zupiria, aunque por el momento el Gobierno Vasco no está contemplando ninguna de ellas.