Zita Chocarro (Pamplona, 1984) es la creadora de una marca de patchwork contemporáneo y decoración que se llama Hamabi. Un nombre que eligió porque le encanta su sonoridad en euskera y porque es un número lleno de simbología, destaca. Al principio solo hacía 12 piezas de cada producto, cuenta como anécdota.
Esta pamplonesa, que estudió Bellas Artes en Barcelona, tiene una tienda online -hamabidesign.com- donde, además de vender sus productos, diseña piezas personalizadas por encargo. “Sobre todo mantas y cojines, pero también accesorios y cositas para bebés. Quiero llenar las casas de color y que dejen de ser todas blancas o beiges”, indica.
De forma paralela, Chocarro está buscando mecenas que quieran comprar por adelantado el libro que está escribiendo sobre patchwork contemporáneo para poder publicarlo cuanto antes. “El patchwork contemporáneo es una técnica que aquí todavía asociamos a algo un poco antiguo, pero quiero enseñar que puede ser muy colorida y divertida. En realidad es una forma muy fácil y agradecida de trabajar la tela”.
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A Zita Chocarro siempre le ha gustado jugar con el color y con las formas geométricas. “Cuando aprendí a coser, de forma autodidacta, mi instinto me llevó a mezclar tejidos haciendo algo parecido al patchwork pero a lo que no ponía nombre. Siempre me ha gustado visitar mercerías y tiendas de telas y, como al principio no tenía dinero, me compraba retales pequeños o aprovechaba ropa que ya no quería para usarla como tejido”, explica.
Para llevar a cabo sus creaciones, nos cuenta que el proceso comienza cuando ya tiene las telas con las que va a trabajar. “Empiezo cortando trocitos y hago muchos collages en mi cuaderno. Dibujo formas geométricas y voy rellenando huecos. Parece fácil, pero conseguir el equilibrio justo de color e intensidad requiere un ojo entrenado.
Después hay piezas que coso yo misma, pero la mayoría de las piezas de mi tienda se hacen en un taller en Barcelona, así que cojo los collages elegidos y hago una ficha técnica en el ordenador para que puedan reproducirlos con mis indicaciones”, detalla.
Las redes sociales son una herramienta fundamental para dar a conocer su trabajo. “Me metí en Instagram desde el principio, como usuaria para compartir mis cosas personales. En la misma época descubrí alguna comunidad de gente joven que hacíamos labores antiguas con un nuevo aire, y lo compartíamos por ahí.
Desde que creé la marca, Instagram siempre ha sido mi escaparate principal para vender pero, sobre todo, para hacer comunidad”, señala. Aunque cree que su día a día sería “más fluido” sin utilizar las redes sociales, porque reconoce que “a veces es un rollo ir haciendo algo a trompicones para grabarte y generar contenido”, cuenta que también le hacen mucha compañía y se siente arropada por la comunidad.
“En las mañanas solitarias de estudio o cuando tu entorno cercano se dedica a otras cosas y no acaba de entenderte, ahí cuento con gente afín en la que apoyarme”, agradece. Una comunidad que en Instagram se eleva ya a los 13.000 seguidores en su perfil @hamabidesign. “No tengo una varita mágica, solo ser constante y simpática”, indica, y advierte de que “no vale con lanzar el contenido al aire; hay que interactuar con las personas que te siguen”.
El ‘patchwork’, una técnica basada en la composición con telas
La pamplonesa Zita Chocarro, de Hamabi Design, cuenta que emprender es “mucho más difícil” de lo que creía, sobre todo lo concerniente a la gestión
De entre todas las cosas que ha hecho Zita Chocarro, de Hamabi Design, se siente muy orgullosa de haber grabado un curso en la plataforma de cursos online Domestika. “Supuso un gran reto para la tímida que hay en mí, pero me encantó la experiencia y me dio impulso para dar más la cara”, recuerda.
Para todo aquel que quiera iniciarse en una aventura creativa, Zita Chocarro lo tiene claro: “La gente me dice que tiene miedo a empezar, pero ¡hay que lanzarse! En el patchwork no hay fallo posible, pues solo son telas con las que jugar y de los errores es de donde salen las piezas más únicas y especiales.
Quiero que dejen de lado el perfeccionismo que hemos asociado a las labores y que se dejen llevar por el proceso, que puede ser muy meditativo y relajante”, concluye. Lo que tiene claro Zita Chocarro es que “emprender es mucho más difícil de lo que parece”. La parte de gestión es un rollo, pero en realidad ya lo sospechaba…”, dice entre risas.
Aun con todo, esta pamplonesa mira hacia el futuro “con muchas ganas” de hacer cosas nuevas. Le gustaría dejar un poco de lado la tienda online para centrarse más en “proyectos especiales, como escribir el libro y dar cursos o crear piezas únicas para proyectos de decoración o artísticos”.