Vitoria - La situación de pobreza en la que se encontraban en sus lugares de origen les empujó a buscar un futuro mejor lejos de casa. A través del mar llegaron a donde, en teoría, iban a encontrar prosperidad, riqueza y felicidad. Pero no todas las historias fueron fáciles ni tuvieron el final prometido. Ni mucho menos. Fue el caso Txomin Malaxetxebarria, punto de partida para el montaje multidisciplinar Bakardadeak garaitu zituenak, una propuesta creada y dirigida por Jose Antonio Elu que este domingo vivirá su primera representación en tierras alavesas teniendo a Oihaneder Euskararen Etxea como escenario.
Música, danza tradicional y clásica, y bertsolarismo se fusionan en esta propuesta que ya se ha podido ver en Ispaster y Lekeitio, y que ahora se representa en Gasteiz con todo el aforo agotado desde hace ya varios días. "La respuesta está siendo muy buena por parte del público", sonríen Elu y el también músico Alfonso Rojo Gorri, miembros junto a Mikel Lacalle, Alberto y Nando de la Casa, de Ardi Ilun Blues Band. "Ojalá podamos seguir desarrollando la propuesta; estaría bien llegar a teatros e incluso, poder presentar el espectáculo en el Machete en las próximas fiestas". Todo se andará, pero lo cierto es que en Oihaneder hay gente que se sigue apuntando a la lista de espera por si acaso el domingo se queda algún hueco libre.
Quienes tengan la suerte de estar presentes se adentrarán en una propuesta que toma como base la emigración vasca de los siglos XIX y XX a Estados Unidos. A través de un artículo de prensa publicado hace ya unos años en el Grupo Noticias, Elu conoció una de tantas historias, la de Malaxetxebarria, la de un hombre que con 19 años cruzó el Atlántico a la búsqueda de ese futuro tan maravilloso que, en teoría, esperaba a quienes, como él, afrontaban esa aventura. "Hubo muchos vascos a los que les fue bien, que montaron sus ranchos y sus negocios. Pero también hubo muchos otros a los que las cosas no les salieron como era de esperar", recuerda Elu. A Malaxetxebarria, la soledad del desierto cuidando las ovejas terminó por, poco a poco, hacerle perder la cabeza. "Se fue volviendo cada vez más agresivo", terminó mendigando por las calles y cuando, tras pasar por la cárcel, fue internado en un hospital, mató a dos personas, lo que le llevó, tras ser juzgado, a morir en la cámara de gas. "A raíz de la historia hice una canción que tenía guardada. Pero hace unos tres años, cuando empecé a tocar en Abetxuko salieron diez canciones, a las que el bertsolari Felipe Zelaieta ponía letra". Se empezó a gestar ahí de manera definitiva un proyecto que no quería quedarse solo en su parte musical. "Yo quería vestir aquello de otra manera, que la gente se encontrase con una propuesta diferente". Dicho y hecho.
Así, en la parte del bertso, son Zelaieta y Rikardo Gonzalez de Durana quienes marcan el camino, el primero como narrador, el segundo encarnando a Malaxetxebarria. A ellos se suman los dantzaris Shuyana Izaga y Mikel Etxebarria, aunque a través de este último, la clásica también hace acto de presencia, justo en el momento del ajusticiamiento del protagonista. Junto a ellos, Elu, Gorri, los hermanos De la Casa y Lacalle son quienes sostienen toda la propuesta desde la música a lo largo de la hora y media que dura el montaje. "Entre quienes estamos sobre el escenario y los técnicos, este domingo en Oihaneder seremos 12 personas", describe el director artístico y creador de la propuesta.
A juicio de Elu, Bakardadeak garaitu zituenak "es un espectáculo que tiene muchas lecciones. Por supuesto, lo que buscamos es que a la gente le guste la propuesta y la historia que contamos, que no deja de ser algo de la vida misma. Pero la obra es además un reflejo de muchas situaciones de hoy; no hace tanto tiempo, los vascos también fuimos emigrantes porque éramos pobres", igual que muchas de las personas que ahora llegan a tierras vascas buscando ese ideal vendido de que aquí, como entonces en Estados Unidos, no esperaba más que riqueza y felicidad.