Vitoria - Dentro de las acciones que Naipes Fournier está empezando a llevar a cabo para celebrar su 150 aniversario, la firma nacida en la capital alavesa presentó hace unos días en Barcelona un tarot feminista ilustrado por la creadora gasteiztarra Amaia Arrazola. De hecho, en el Estudio Spectrum de la capital catalana se encuentran expuestos estos días los originales.

El Tarot Magic de Amaia Arrazola es “todo un ejemplo de lo que consideramos un tarot feminista. Un tarot con mensajes de libertad que puede ayudar a la revolución que ya es una realidad: la de las mujeres en el mundo. Todo lo que sea espontáneo, rápido y divertido es una inspiración para su trabajo. Amaia trabaja en la vida real, en lo que sucede a su alrededor: desde una conversación en el supermercado, en el metro o en el paseo del Born, los cafés de la plaza de la Virreina, señores jugando a la petanca, o guiris que se cuecen en la Barceloneta...”, explican desde Naipes Fournier. “Le encanta el dibujo, el diseño gráfico, la tipografía, la serigrafía, la cerámica, la costura y el bordado, los cuentos, las cosas viejas, las cosas raras, los OVNIS, los unicornios, el yeti, el monstruo del Lago Ness, el rosa el azul, el violeta, las constelaciones, el lado derecho de la cama, la pizza, las hamburguesas, los batidos y los koalas. Todo ello tiene cabida en este tarot actual y revolucionario que, aseguramos, dentro de un tiempo, y no pasará mucho, se convertirá en una referencia de los tarots con visión femenina”.

La creadora se puso a trabajar en el tarot en octubre de 2018. Casi un año después de estudiar la iconografía de tarots clásicos como el Tarot de Marsella que edita Heraclio Fournier o el Tarot Español, empezó a generar una serie de bocetos que fueron siendo contrastados con algunos expertos del sector. Esos dibujos todavía primigenios y sin color fueron poco a poco convirtiéndose en “maravillosas” imágenes de los tarots más clásicos “modernizados con el prisma genuino de Amaia Arrazola”. Al final, tras varios meses de trabajo, se dotó de color a las ilustraciones utilizando varias técnicas para crear esa paleta cromática tan brillante y potente.

“Fue un proyecto difícil de enfocar porque el listón estaba muy alto”, explicó la artista. “Conozco la casa Fournier desde pequeña, soy de Vitoria y llevo viendo las barajas desde que tengo uso de razón. Además conocía el tarot que había hecho el artista Ricardo Cavolo, y unido a que me encanta esa baraja, sus significados, su simbología... quería hacer un buen trabajo. Pero sí, he de reconocer que me imponía el proyecto. Lo enfoqué siendo honesta. Pensé: si me han llamado es porque les gusta lo que hago. Así que intenté no darle muchas vueltas y disfrutar de cada carta. Me compré un libro en el que se explicaba cada carta para saber un poco más de cada una de ellas, elegí una gama de colores y empecé a dibujar”.

Arrazola se une así a la lista de grandes ilustradores con los que ha colaborado Fournier como Eduardo Chillida, Mariscal, Luis Royo, Elena Odriozola, Noemí Villamuza, Maite Gurrutxaga y Yolanda Mosquera. - DNA