Gijón - El personaje del abogado Eddie Flynn creado por el escritor británico Steve Cavanagh será el protagonista de una serie de televisión de una productora estadounidense que podrá verse en todo el mundo. Eddie Flynn es un astuto abogado sobre el que giran las cuatro novelas de una saga, en la que la última, 13. El asesino no está en el banquillo de los acusados, está en el jurado, ha sido récord de ventas en el Reino Unido.

Cavanagh presentó ayer en la Semana Negra de Gijón esta obra, la única traducida al español, y la primera en la que el abogado Flynn comparte protagonismo, esta vez con el propio asesino. “Los abogados y los timadores son la misma cosa”, dijo el autor, que espera darle una larga vida al protagonista de sus libros. Nacido en Belfast y de profesión abogado, oficio que abandonó para dedicarse a lo que siempre quiso, “ser escritor”, Cavanagh conoce en profundidad los entresijos del mundo jurídico, lo que le facilita la tarea de crear historias de género negro en la que el personaje central no es un detective, sino un letrado. Las obras del escritor irlandés están ambientadas en Nueva York porque considera que el sistema jurídico estadounidense, aunque es “perverso”, difiere del británico, en el que “los abogados llevan peluca”. “No quería que Flynn llevara peluca y en el sistema americano los mismos abogados son los que preparan el caso y los que los defienden en la sala”, añadió.

El abogado creado por Cavanagh es un irlandés, boxeador amateur, que antes de dedicarse a la abogacía fue un estafador. “Los timadores y los abogados son lo mismo, tiene las mismas habilidades, una gran timador sería un abogado perfecto”, dijo.

dos narradores Por primera vez en sus novelas, en Trece Flynn comparte protagonismo con otro personaje, un asesino en serie que logra infiltrarse en el jurado que juzga un crimen que él mismo había cometido y que se le atribuye a otro. En esta novela hay dos narradores, el abogado y el asesino, y desde el primer momento se sabe quién es el autor del asesinato porque se especifica desde la portada en el título.

Esta circunstancia, extraña en la literatura negra en la que la intriga es uno de sus elementos fundamentales, ha obligado al autor a hacer un esfuerzo narrativo para que el lector mantuviera el interés. Cavanagh explicó que tuvo que crear un asesino que tuviera mayores capacidades que el abogado, y que por ello pensó en un hombre incapaz de sentir dolor físico al padecer de analgesia congénita. - Efe