Vitoria - Después de la edición de varios singles es el momento de publicar el primer disco. De hecho, Magara es ya una realidad palpable que The Mothercrow trae este viernes a Helldorado para completar una noche en la que también tomarán parte Electric Monolith y los gasteiztarras Entropia. Claudia González (bajo), Pep Carabante (batería) y Max Eriksson (guitarra) desgranarán uno tras otro los nueve temas de un álbum cuya voz pertenece a la vitoriana Karen Asensio.

¿Una vuelta a casa especial?

-La más especial. Después de cuatro años, tener un disco y ya poder ponerle cara y ojos al proyecto hace que vaya con más ilusión si cabe.

Un álbum del que esperan...

-La verdad es que para la gente que nos sigue ha habido una sorpresa porque hemos dado un pequeño salto en el tiempo, hemos pasado del 68 al 72, como quien dice. Antes era ese concepto más Woodstock, más psicodélico... y ahora estamos pisando ese proto-heavy de los principios de Scorpions, Judas Priest... de cosas un poco más viscerales, de energía más heavy y hard rock, de un poco de mala leche (risas). A la gente que viene de nuevas, el proyecto le está gustando mucho porque la verdad es que las nuevas canciones están teniendo una recepción muy, muy buena. Y los que nos conocían de antes, como es lógico, están sorprendidos pero también contentos. Al final, lo que queremos es cambiar de marcha y crecer de cara a la galería, consiguiendo más fechas, saliendo a girar fuera de España dentro de poco... vamos, dar pasos.

El disco se grabó en diciembre en Barcelona, ¿verdad?

-Eso es, en la primera quincena. Todo se escogió con mucho mimo. Teníamos bastante interés en el hecho de poder grabar en cinta y Sol de Sants Studios era el sitio ideal, también por estar en Barcelona. Todo el equipo que tiene Alberto Pérez allí es increíble. Tiene una [mesa de mezclas] Neve de finales de los 70 cuidadísima y una Tascam 24 pistas prácticamente nueva que fue comprada al Festival de Jazz de Donostia un año antes de que se pasaran al digital. Está todo cuidadísimo, sin olvidar cómo es y cómo trabaja el equipo humano, eso por supuesto. El resultado está en vinilo y en CD. Y no te lo digo por quedar bien, pero es que estamos muy satisfechos con cómo ha quedado.

¿Han escogido ‘Magara’ como título por llamarse así la octava canción del disco o...?

-Al principio ya tuvimos nuestros dilemas. Es un disco tan variado que escoger una canción que representase un todo, igual en este caso no nos cuadraba tanto. Pero bueno, es una canción que encontramos muy potente. Las hay más animadas, más pesadas, más... pero, al final, el concepto de Magara en sí, el aunar una energía vital y universal, nos llamaba. Desde el animismo lo relacionan entre los vivos, los muertos y hasta con los objetos cotidianos, como si también tuvieran una energía que fluye y se conecta entre todos nosotros. Lo vimos como con un simbolismo muy potente para titular así el álbum. Claro, nosotros aunamos estilos diferentes y personas distintas. Aquí estamos una vasca, un sueco y dos catalanes, teniendo la más joven 24 años y el mayor 45. Somos una gran familia a la que no le importa ni dónde ni cómo, solo estar entre nosotros haciendo música allá donde nos dejen.

En estos tiempos en los que parece que ya nadie escucha un disco completo y en el orden en el que han pensado los artistas, y en los que los estilos que The Mothercrow practican no son mayoritarios, ¿no se sienten un poco como ‘rara avis’?

-Depende. Nosotros nos movemos en unos círculos donde también hay mucha otra gente parecida. Mira, por ejemplo, la gran suerte que tenemos en Vitoria con el Azkena Rock Festival. Ahí tienes un montón de cosas a las que seguir la pista, desde, no sé, Vintage Trouble o Rival Sons... hasta la cantidad de bandas que, por ejemplo, están llegando desde Suecia. Mira a Graveyard, que es para mí una de las bandas que están en lo más alto. Y muchos más. Aquí en Barcelona también ahora mismo hay una escena muy potente y bandas muy interesantes, grupos como Saturna o Electric Monolith que están haciendo cosas muy llamativas y también con trascendencia, como pasa con Saturna que acaban de volver de Estados Unidos. Ver que gente así, que somos peña de a pie para la que la música no es un hobby sino un modo de vida, puede cumplir sus metas, no se puede describir. Y en eso estamos unos cuantos, también promotores y salas que siguen dejándose los cuernos para que esto no decaiga. Todo eso, en estos tiempos, se agradece muchísimo.

¿Los planes de The Mothercrow ahora pasan por...?

-Magara acaba de nacer y le queda todo por delante. De cara al verano ya tenemos fechas y más que irán saliendo, pero sobre todo nos interesa mirar a después del verano, haciendo una gira un poco más interesante por Europa. Hay canciones que se han quedado fuera del disco, pero no estamos pensando en volver a grabar. Todo se andará. Ahora es tocar, tocar y tocar, que el mayor número de gente nos pueda conocer y llegar a todos los sitios que podamos.